La batería es el elemento clave de un coche eléctrico. Determina desde su autonomía, hasta su peso y también su precio. Aspectos fundamentales que diferencian a un vehículo de unas ventas anecdóticas, a unas masivas. Algo que quiere lograr la tecnología del electrolito sólido.
Sobre el papel este tipo de baterías permitirá mejorar de forma sustancial las prestaciones de los modelos actuales. Duplicar o triplicar la densidad energética, y con ello las autonomías. Reducir peso, hacerlas incluso más seguras y duraderas…etc. Pero ¿por qué no están ya en el mercado?.
La respuesta suele ser la misma de por qué los grandes fabricantes hasta hace pocos años no tenían coches eléctricos en el mercado. Podía ser razones tecnológicas, económicas, estratégicas…La cuestión es nadie ha movido ficha hasta que ha llegado un elemento disruptor que ha cambiado el status quo de la situación. Tesla.
Puede que en el electrolito sólido veamos también algo similar. Pero en lugar de Tesla, que tiene grandes inversiones en marcha en la tecnología actual, la revolución llegue de la mano de otra empresa que está empezando, y que lo hace sin mochilas en forma de inversiones que le frenen.
Hablamos de Dyson. Una empresa conocida por sus diseños en sectores como las aspiradoras, que ha confirmado su incorporación al mercado del coche eléctrico. Un proyecto en el que invertirán 2.800 millones de euros en los próximos años, y que tienen como objetivo poner un vehículo en el mercado para 2020.
Lo más interesante es que Dyson necesita hacer algo de ruido extra para llamar la atención en un mercado que para esa fecha cuenta por decenas los nuevos lanzamientos. Y ese impacto adicional podría llamarse precisamente electrolito sólido.
Una tecnología en la que tienen gran experiencia, sobre todo a raíz de la compra del fabricante norteamericano Satki3 hace un par de años, y que contaría con la tecnología lista para la fecha marcada para el lanzamiento de su primer modelo.
Además de lograr llamar la atención, Dyson podría con su agresivo movimiento conseguir situarse como una de las referencias en este sector, y convencer a grandes grupos para invertir en su tecnología. Algo que para muchos es el verdadero objetivo de Dyson, convertirse en suministradores de baterías para fabricantes tradicionales.
Relacionadas
- Dyson compra Sakti3 por 90 millones de dólares y planea un fábrica de baterías
- Dyson invertirá 2.800 millones de euros en lanzar un coche eléctrico al mercado
- Solid Power inicia las pruebas de sus baterías de electrolito sólido, y pone fecha a su llegada al mercado
