El nuevo gobierno de Estados Unidos ha publicado un proyecto re reformas fiscales, entre las que se encuentran la propuesta para eliminar las ayudas de 7.500 dólares a los coches eléctricos. Un golpe que todavía se desconoce qué efectos tendrá, y que podría dañar las ventas de algunos modelos.
Aunque este movimiento no es tan grave como podríamos pensar, principalmente por que la ayuda no sigue el modelo europeo donde se descuenta del precio, sino que se descuenta de lo que tiene que pagar el propietario durante su declaración de la renta, si puede tener un efecto negativo para los modelos más económicos, y también para otros que están en plena fase de desembarco. Es el caso del Tesla Model 3.
Un modelo que pleno proceso de desarrollo de su fabricación. Algo que tiene una gran influencia en la salud financiera de las acciones de Tesla. Unas acciones muy dependientes de todo lo que sucede en este proyecto, y que en la primera semana de noviembre han visto bajar su cotización un 9% por culpa de los retrasos en la escalada de su producción.
Mientras que Nissan, Chevrolet y compañía podrían sufrir una bajada de ventas, en el caso de Tesla los efectos de una posible oleada de cancelaciones afectaría también a la cotización de la empresa. La cuestión es saber hasta donde.
Desde el Tesla Motors Club se han realizado diferentes encuestas para tratar de determinar el impacto que tendrá la retirada de las ayudas en la industria del coche eléctrico, y también de forma concreta en la dinámica del Model 3.
En una de ellas se pregunta a los usuarios cuánto retrasará esta decisión la expansión del coche eléctrico en Estados Unidos. Algo que afecta al Model 3, y al resto de vehículos. En este caso la mayor parte de los usuarios, un 30.8%, ha indicado que supondrá una dilatación de unos 2 años, mientras que el 23.1% indica que será un año. Sólo un 11.5% ha respondido que no esperan tenga impacto en las ventas.
Por su parte otra encuesta, realizada antes del anuncio del final de las ayudas, pregunta sobre los motivos para cancelar la reserva de un Model 3. Las primeras respuestas se centran en aspectos como que un Model S o X usado o nuevo es mejor opción, un 39%, mientras que en segunda posición se coloca el tema del retraso en la producción, con un 24%. Una encuesta donde vemos que con un 9.8% se coloca que un motivo para la cancelación de la reserva sería el no contar con ayudas públicas. Y eso antes de conocerse la noticia de su final.
Algunos medios, habitualmente críticos con Tesla, auguran una oleada de cancelaciones que supondría la pérdida de entre el 20 y el 40% de las mismas en los próximos 3 meses.
La cuestión es que Tesla e pesar de estar muy expuesta por todo lo que rodea al Model 3, ha diseñado un modelo que apenas tiene competencia. Un coche deseado por muchos que ha logrado acumular una cantidad de reservas que incluso con un descalabro del 40%, seguiría manteniendo unas cifras nunca vistas hasta ahora en la industria.
Una lista de espera que cubre más de un año de producción, lo que da margen de maniobra a Tesla en caso de problemas. Y es que no olvidemos que hasta ahora el fabricante norteamericano no sólo no ha intentado vender el Model 3, sino que ha emprendido una insólita campaña para convencer a la gente que no ponga más reservas. Algo que nos indica que en caso de detectar bajas en la lista, simplemente tendría que cambiar esta campaña por una más proactiva, lo que les debería permitir recuperarse con creces.
Además hablamos de una berlina que se coloca en un segmento premium, menos susceptible a sufrir el impacto de la pérdida de las ayudas.
La pregunta que os hacemos es: ¿Puede sufrir Tesla una oleada de cancelaciones del Model 3 por los retrasos en su producción?.
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