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Faraday Future necesita dinero, y mucho, para garantizar su futuro

Parece que los problemas se acumulan para Faraday Future, la startup estadounidense está haciendo todo lo posible para recaudar 500 millones de dólares en una nueva ronda de financiación, esto según fuentes cercanas a la compañía. Faraday debe asumir el pago inmediato de una nota de crédito de más de 400 millones de dólares además de los 100 millones de dólares en facturas sin abonar.

El CEO de la compañía y fundador del conglomerado LeEco, Jia Yueting, ha cedido el control de su empresa principal, una especie de Netflix chino, para poner el foco en Faraday Future e intentar sacar a flote al fabricante de coches eléctricos. Para Yueting, la combinación del capital chino, a priori inagotable, con la tecnología estadounidense, representa un tándem idóneo para competir cara a cara con otros fabricantes.

Hace dos años, Faraday Future sorprendió a propios y extraños con la presentación del FFZero1, un bólido eléctrico con 1.000 CV de potencia con un aspecto increíble, y no precisamente en el buen sentido de la palabra. A partir de ese momento, los planes de Yueting pasaban por erigir una planta de producción en el desierto de nevada, que costaría 1.000 millones de dólares, generaría 4500 empleos y sería capaz de producir vehículos en 2017, pero la realidad ha sido distinta.

Las obras de la fábrica se detuvieron en el momento en el que Jia Yueting admitió que su imperio pasaba por un bache, en concreto falta de efectivo, tras haber crecido demasiado rápido en distintos segmentos, no solo su servicio de streaming Le.com, también las divisiones de smartphones, películas y TVs.

El compromiso de Yueting queda patente en el plan que ha llevado a cabo desde enero de 2017, vendiendo acciones de Leshi y otras de sus compañías al grupo Sunac China Holdings Ltd. Transacción que se cifró en 16.8 billones de yuanes, y que entendemos tenía un doble objetivo, tener efectivo en mano y también tiempo para buscar más, por eso Yueting cedió el control de la compañía.

El fabricante de coches eléctricos ha llegado a un punto crítico, de inflexión, de no retorno, ya que necesita una nueva ronda de financiación para ingresar dinero fresco pagar las deudas, pagar bonos y aumentos a sus empleados, ganar un poco de estabilidad y pasar a la siguiente fase, la más esperada por todos, la de producción de coches más allá de prototipos.

Pero los responsables de Faraday Future han estado buscando inversores que valoraran el negocio entre 1.50 y 2.000 millones de dólares, pero los posibles interesados han desistido después de que llegaran noticias de proveedores y socios de medios que exigían el pago de facturas. Esto coincidió con la congelación de acciones por parte de los tribunales chinos.

Hace algunas semanas diversos medios chinos afirmaron que Tata invertiría 900 millones de dólares en Faraday Future, sin embargo, la empresa india negó estas afirmaciones. Mahindra&Mahindra también se posicionó como parte interesada en hacer una oferta supervisada por tribunales, pero la compañía se ha negado a dar declaraciones al respecto.

Y el ciclo se cierra con Stefan Krause, exdirector financiero, quien diseñó un plan de bancarrota antes de dejar Faraday el pasado mes de octubre. Sin embargo, desde el fabricante comunicaron que tanto Krause como Ulrich Kranz fueron despedidos, pero los ex trabajadores de BMW replicaron estas informaciones confirmando que habían renunciado, sin aportar más información sobre esta salida, a la espera de acciones legales.

Esta fotografía muestra que el presente y el futuro es realmente complicado para Faraday Future, no hay duda de que es una de las compañías que ha dado fuerza al segmento eléctrico con el FF Zero 1 y el FF 91, pero si nada cambia en los próximos días, y de manera radical, puede que esos desarrollos se queden en meros prototipos de lo que pudo haber sido Faraday Future.

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