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Los coches eléctricos y autónomos serán claves en los nuevos presupuestos de Reino Unido

El próximo 22 de noviembre Reino Unido tendrá unos nuevos presupuestos. Entre otras cosas, para nosotros lo más destacado es la importancia que le da al coche eléctrico en ellos. Esto no es de extrañar, pues Reino Unido busca que todos los coches que se vendan en su mercado para 2040 sean 100% eléctricos.

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Numerosas empresas han comenzado a adaptarse a este objetivo, sin ir más lejos, las petroleras Shell y BP han empezado a instalar puntos de carga en sus gasolineras (si bien dentro de poco el propio gobierno obligará a todas las gasolineras ubicadas en autopistas a hacerlo).

Para empezar, los presupuestos dotarán de un fondo de 400 millones de libras (450 millones de euros) a un plan para desarrollar la infraestructura de recarga para coches eléctricos en todo el país. Además, se subvencionará la venta de coches eléctricos para hacerlos más atractivos de cara al público, con unas ayudas cuyos fondos ascienden a 100 millones de libras (112 millones de euros). Unas cifras que dejan en ridículo a los 20 millones de euros en ayudas a la compra de un coche eléctrico del plan PROMOVEA español.

Si bien no se ha revelado qué cantidad irá destinada al desarrollo del coche autónomo, se sabe que se reformará la legislación para que los fabricantes puedan probar sus vehículos sin conductor en carretera abierta dentro de poco. Así, se espera que en los próximos tres años ya haya vehículos 100% autónomos circulando por las carreteras de Gran Bretaña.

Sin lugar a dudas, Reino Unido es uno de los países europeos que más fuerte está apostando por desarrollar las infraestructuras necesarias para la expansión del coche eléctrico. Un ejemplo que deberían copiar numerosos gobiernos de la Unión Europea, empezando por el nuestro. Ya se ha demostrado en países como China que para que esta tecnología avance, el respaldo de las instituciones es crucial. Esperemos que cuando nuestros gobernantes se den cuenta no sea demasiado tarde, pues occidente corre el riesgo de perder la hegemonía tecnológica de la que ha gozado los últimos años.

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Fuente | Techradar

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