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¿Ha utilizado Tesla la presentación de los nuevos Semi y Roadster como cortina de humo para ocultar las pérdidas y retrasos y para conseguir liquidez?

Ayer, Tesla sorprendía al mundo entero con la presentación sorpresa del Roadster de segunda generación, el primer coche eléctrico en alcanzar los 1.000 km de autonomía por carga, y dotado de una potencia suficiente como para catapultarlo de 0 a 100 km/h en apenas 1,9 segundos hasta una velocidad punta superior a los 400 km/h. Le acompañaba el Tesla Semi, el camión eléctrico de la marca, que también causó sensación gracias a sus 800 km de autonomía, su trabajada aerodinámica y su carga tecnológica.

Tesla presenta por sorpresa el nuevo Tesla Roadster: velocidad punta de 400 km/h y 998 kilómetros de autonomía

Sin embargo, también han aparecido numerosas voces críticas hacia el fabricante californiano. La presentación de sendos modelos ha tenido lugar después de unas semanas en las que la incertidumbre y la desconfianza hacia la marca se han ido extendiendo, todo ello a raíz de los continuos retrasos en la producción del Model 3, así como el récord de pérdidas que Tesla ha sufrido en el tercer trimestre de este año, siendo el peor de su historia. Por ello, algunos afirman que la presentación de ayer fue una cortina de humo.

¿En qué se basan para afirmar algo así? Por un lado, es por todos sabido que Elon Musk siempre es capaz de levantar una expectación enorme en torno a sus productos, gracias a que suelen gozar de unas capacidades sorprendentes para los estándares de la industria. En un momento en el que la confianza en la empresa se tambalea ante el incumplimiento de los plazos y los problemas de ensamblaje del Model 3, Tesla ha desviado toda la atención hacia el coche eléctrico con más autonomía de la historia y con el mejor 0 a 100 km/h en un modelo de calle, pero que no deja de ser un prototipo que probablemente no llegue a venderse hasta más tarde de 2020.

Este movimiento es similar al realizado con el Model 3, pues en 2016 se mostró un prototipo todavía sin terminar, pero se le dio una cobertura mediática como si hubiera sido el de serie. Con el Roadster Tesla ofrece un prototipo sin acabar como si fuera un vehículo de serie, sin ser ni siquiera seguro cuando comenzará a venderse.

La estrategia de ofrecer reservas de un modelo que todavía no se fabrica servirá a Tesla para conseguir liquidez, sin embargo, no deja de ser pedir dinero por un coche que todavía no es el definitivo. Con el Semi ocurre lo mismo, actualmente Tesla está saturada para intentar cubrir la enorme demanda del Model 3, por lo que lo más probable es que el camión todavía tarde bastante en llegar a las calles.

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Está Tesla desviando la atención de sus problemas con sendos modelos? ¿Es legítimo que vendan coches a los que todavía les quedan años para llegar a producción?

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