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Conocemos en Madrid el Porsche Mission E, el mayor rival del Tesla Model S

Ayer por la noche tuvimos el placer de visitar la exposición Porsche Tracks, que estará abierta hasta el día 30 de diciembre en Madrid. El corazón de esta bonita experiencia, en la que podemos encontrar vehículos clásicos, maquetas y hasta cuadros, es el prototipo Mission E, adelanto del que será el primer modelo 100% eléctrico de Porsche.

La berlina deportiva abre la exposición, pues está situada en el hall. Rodeado de curiosos, el Mission E llama la atención a todo el mundo, pues sus impactantes líneas futuristas hacen que el recién lanzado Porsche Panamera de segunda generación parezca un coche de hace varios años.

Lo primero que llama la atención del Mission E son sus proporciones. No es una berlina al uso, a pesar de contar con cuatro puertas, cuatro plazas e incluso un portón para el maletero. Su carrocería es muy baja, la anchura del vehículo es abrumadora, y el hecho de que no sea especialmente largo refuerza todavía más la sensación de imponencia que transmite.

El Mission E cuenta con unos pasos de rueda traseros anchísimos, más incluso que los de deportivos como el Porsche 911. En caso de llegar a producción con dicho elemento inalterado, será probablemente el sedán estéticamente más deportivo de todo el mercado, pues su diseño es digno de todo un superdeportivo.

Las líneas del modelo son limpias, y beben del diseño típicamente Porsche: la línea de ventanillas redondeada, los «hombros» musculados, los faros traseros finos y unidos, la zaga descendente… Se reconoce como un Porsche al primer golpe de vista, a pesar de ser totalmente diferente a cualquier modelo que haya sacado la marca hasta ahora.

Su mayor rival será el Tesla Model S, y desde luego, a nivel estético no tendrá nada que hacer frente al Mission E: el modelo alemán desprende sex-appeal por los cuatro costados. Eso tiene, eso sí, algunas consecuencias negativas. Por ejemplo, las ventanillas son muy pequeñas y ofrecerán muy poca visión a los pasajeros traseros.

Su estética sin embargo se ve algo rota por unos faros que no terminan de encajar con las líneas redondeadas del frontal. Probablemente su estética se deba a la intención de darle un toque vanguardista al modelo, pues con los faros redondos de un 911 quizás pecaría de ser demasiado clásico.

Hay que destacar que los responsables de la exposición facilitan unos móviles a los visitantes para que mediante una aplicación de realidad virtual puedan visualizar el interior del modelo, su sistema eléctrico, su trabajo aerodinámico, etc. Todo un detalle que sin duda enriquece la experiencia.

¿Lo mejor de todo? Que el modelo de producción, que llegará en 2019, mantendrá casi invariable la estética del prototipo.

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