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Renault se prepara para el coche autónomo con el proyecto SCOOP, que contará con 3.000 vehículos en 2018

La Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, conocida por su apuesta por el coche eléctrico, está realizando un importante esfuerzo para desarrollar la conducción autónoma en su gama. Así, en la reciente comparativa que realizó Motor Trend entre el Tesla Model 3 y el Nissan LEAF, el ProPILOT de la marca nipona se mostró superior al Autopilot 2 de la marca americana.

Entre los planes de la Alianza, podemos destacar la llegada en 2018 del cambio de carril automatizado por autopista el ProPILOT de Nissan, la llegada de sistemas de conducción autónoma de nivel 2 a Renault en 2019 (en los nuevos Clio V y Espace V phase II), así como del nivel 3 en 2021 y del nivel 4 en 2022 en un coche que se basará en la tecnología vista en el Renault SYMBIOZ Concept.

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En la línea de continuar desarrollando sus sistemas, Renault ha dado el pistoletazo de salida al proyecto SCOOP, destinado a recopilar datos de conducción entre sus vehículos, los cuales se utilizarán más tarde durante el desarrollo de sus nuevos asistentes de conducción.

Esta estrategia ya la utilizan marcas como Tesla, que recopila datos de todos sus vehículos con el objetivo de ir puliendo poco a poco su Autopilot 2. Una estrategia que les ha permitido acumular miles de millas de experiencia muy útiles de cara a refinar su famoso asistente de conducción y su futuro piloto automático de nivel 4.

Renault no ha ido tan lejos, y ha construido 1.000 unidades de su exitoso modelo Megane dotadas de sensores especiales para realizar dichas recopilaciones. Estos coches no están destinados a clientes particulares, sino que serán utilizados por las flotas de diversas empresas. Estos Megane han sido construidos en la fábrica que tiene Renault en Palencia, y a ellos se unirán durante el años 2018 otras 2.000 unidades para completar la primera fase del proyecto.

Estos Megane cuentan con captadores y calculadores que recogen y analizan información como la velocidad, el ángulo de giro del volante, la potencia, la falta de adherencia de los neumáticos a causa de las condiciones climáticas, la puesta en marcha de los limpiaparabrisas, la activación de los airbags, etc.

Los vehículos son capaces de comunicarse entre sí (V2V), así como de avisarse en tiempo real de atascos, situaciones de peligro, accidentes… Los gestores de infraestructuras transmiten también a los coches (V2X) información sobre las condiciones de circulación, obras, velocidad máxima permitida, accidentes y obstáculos.

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Fuente | Renault

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