A diferencia de Europa, en Estados Unidos el escándalo de emisiones de Volkswagen no le ha salido a devolver. Allí tendrán que afrontar multas por la manipulación de las cifras de contaminación de sus vehículos diésel. Concretamente VW tendrá que abonar un total entre otras multas una partida de 2.800 millones de dólares.
Este dinero se repartirá entre los estados según el número de ventas de Volkswagen diésel trucados. Esto supondrá unos ingresos extra de entre 8 y 423 millones de dólares por estado. Y estos tienen hasta junio para indicar al gobierno a que quieren destinar estos fondos.
De esta forma un total de 17 estados ya han enviado los proyectos. En ellos se recogen ideas como la de renovar la flota de autobuses escolares con modelos eléctricos. Algo que ha tenido buena aceptación por el componente educativo que tendría esta medida.
Nuevo México ha propuesto la inversión de 18 millones de dólares en esta labor, para reducir los problemas de emisiones en las zonas escolares, lo que indican ayudará a los niños con asma. En Carolina del Sur proponen usar los 34 millones de dólares que les corresponden para comenzar a sustituir la flota de 5.600 autobuses diésel que componen su flota, y que tiene de media más de 15 años de antigüedad.
Siguiendo con los autobuses, esta vez ya no escolares, está el proyecto de la empresa de transporte de Los Ángeles, que quiere sustituir su flota de modelos a gas por eléctricos para 2030. Desde la empresa se indica que el proceso comenzará con la adquisición de los primeros 95 modelos eléctricos y que supondrá una inversión de 134 millones.
Por su parte Colorado usará los 69 millones que le corresponden en poner en marcha un programa de ayudas a la compra de autobuses y camiones eléctricos. En el lado contrario se situará Connecticut, que destinará los 56 millones de dólares a incentivos tanto para profesionales como para particulares que cambien su coche diésel por uno eléctrico.
En California, con uno de los programas de reducción de emisiones más ambiciosos, serán también los que más fondos reciban. En total 423 millones que irán destinados a programas existentes para reducir las emisiones de los vehículos diésel en zonas residenciales, industrias y puertos marítimos. Ayudas que estarán disponibles para particulares y empresas que quieran sustituir modelos diésel por eléctricos.
La conclusión es que Estados Unidos usará el dinero del diésel para combatir al diésel. Unas medidas que se sumaran a los 2.000 millones de dólares que la propia Volkswagen tendrá que invertir en redes de puntos de recarga para coches eléctricos en este mismo mercado. Medidas que sin duda ayudarán a reducir algo las emisiones.
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Vía | Autoblog
