Muchas veces nos preguntamos por qué el despliegue de puntos de recarga públicos para coches eléctricos está siendo tan lento. La respuesta más evidente es que no hay muchos coches en las carreteras para lograr justificar económicamente este tipo de instalaciones. Un movimiento que a estas alturas tiene más un componente inversor de cara a situarse para cuando exploten las ventas.
La pregunta es el cuándo. Una de las primeras respuestas que hemos encontrado al respecto la ha comentado un responsable de la empresa alemana Innogy. Una subsidiaria del gigante energético RWE que desde hace unos años se ha embarcado en la misión de expandir una red de recarga pública.
Según Martin Herrmann, director de ventas de Innogy «Todavía estaremos tres o cuatro años más en la fase de siembra antes de que podamos cosechar. Aunque ya veamos ventas de coches eléctricos, los costes de desarrollo aún no se cubren por completo«.
La clave para el directivo alemán es el volumen. Con una mayor cantidad de vehículos en la calle, las eléctricas verán negocio y empezarán a explotar de una forma más intensa el mercado del transporte eléctrico. Algo a lo que ayudará la llegada de una nueva generación con baterías más amplias a las actuales.
Una de las señales de este crecimiento es la aparición de nuevas iniciativas en el sector de la recarga. Una competencia que es un síntoma de que a pesar de hacerlo de una forma mucho más lenta de lo esperado, la movilidad eléctrica camina hacia un punto de inflexión decisivo donde aquellas empresas que han apostado en los inicios podrán intentar sacar provecho de si temprana apuesta.
Esto nos da una idea de dónde está el mercado ahora mismo, y por qué no vemos a los operadores lanzarse a lo loco a instalar puntos de recarga. Si a esto le sumas cuestiones como las circunstancias de mercados como el nuestro, donde las eléctricas no colaboran ayudando por ejemplo en aspectos como la reducción temporal del coste del término fijo potencia. También frenan unas ventas de coches son muy flojas. Una combinación que tiene como resultado que o cambian las cosas, o en España todavía estemos más lejos de lograr ese objetivo.
Una pescadilla que no deja de morderse la cola y que alguien tiene que ayudar a desbloquear.
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Vía | Energate
