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Según una empresa de ingeniería, los fallos de fabricación del Tesla Model 3 son dignos de un KIA de los años 90

En las últimas semanas según se han acelerado las entregas del Tesla Model 3 a clientes externos al fabricante, se han multiplicado las críticas a este modelo. Sobre todo en cuanto a la calidad de sus acabados que según algunos, deja mucho que desear.

Es el caso de la empresa norteamericana de ingeniería Munro, que tiene su base en Detroit y suponemos que buenos lazos con los fabricantes tradicionales, que ha estado analizando una unidad del más económico de la gama Tesla con unos resultados bastante preocupantes para Tesla.

Según su análisis del Model 3, este cuenta con algunos fallos que serían dignos de un KIA de los años 90. Después de estudiar a findo una unidad han encontrado problemas en varios lugares, como por ejemplo que en soporte de la ventana del conductor hay una pieza extra de material pegado que indican parece un remiendo posterior.

También hacen mención a las dificultades para abrir las puertas delanteras. Algo que puede ser algo más un gusto personal que un verdadero fallo de diseño. Pero donde sitúa la crítica es en la apertura desde el interior. Como recordamos, el Model 3 cuenta con dos opciones para abrir las puertas del conductor y el copiloto. Una es con un cómodo botón, que simplemente hay que pulsar para completar la operación.

En caso de que el sistema eléctrico falle, hay un plan B con un sistema situado dentro de la manilla lateral. El problema es que esto sólo está disponible en los asientos delanteros. En este caso el plan B sería salir por el maletero, que cuenta con un tirador para abrir desde el interior. El famoso sistema anti secuestros de los coches americanos.

Añaden una parte muy importante y es la dificultad para acceder a los elementos como el cable para cortar la corriente de la batería en caso de accidente. Un elemento situado en el frontal del coche, y que necesita una operación que después de un impacto frontal parece complicado de completar.

Según el director ejecutivo de la empresa, también pueden observar fallos en el ensamblado en algunas partes del cuerpo que dejan grandes espacios. Unos desajustes que resume con un: «No entiendo como han podido lanzar al mercado algo así«.

Añade el director ejecutivo de Munro, que no conocen qué versión del coche es la que han analizado, y que no saben si es algo que se extiende a otras unidades o es algo localizado. Añade que posiblemente Tesla haya tenido tiempo para solucionar este tipo de problemas en los nuevos modelos. Pero ratifica sus críticas a un trabajo en acabados muy mejorable, sobre todo en un coche que está saliendo al mercado con un coste de casi 50.000 dólares antes de añadir accesorios.

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