Alemania se está convirtiendo en un poco de ventas muy importante para Tesla. Es el primer mercado del automóvil de Europa, y a pesar de su fuerte proteccionismo a las marcas nacionales, los consumidores están empezando a abrir sus horizontes a nuevas experiencias en sectores como el coche eléctrico. Y como las marcas nacionales no ofrecen demasiada oferta, sobre todo en la gama más alta, han encontrado en los norteamericanos y su amplia red de recarga una forma perfecta para moverse por sus Autobahn.
Un dato nos da una pista del nivel que está logrando Tesla en este mercado. El pasado año sus ventas en tierras germanas llegaron a las 3.332 unidades. Una cifra que todavía palidece ante los números de grandes marcas como BMW o Mercedes, pero que se enmarca en una tendencia creciente. Y es que Tesla ha logrado cerrar el 2017 con un crecimiento en Alemania del 75%. Algo que ha situado a este mercado como el número 3 de los de Elon Musk.
Al mismo tiempo estos números analizados con más detalles pueden ser incluso más aterradores para marcas como Porsche, ya que combinadas las ventas del Model S, con 2.241 unidades entregadas, y las 1.090 del Model X, se quedan apenas a 568 unidades de las logradas por el emblemático Porsche Panamera en todas sus variantes.
Entre las razones para este ascenso en territorio enemigo está, además del comentado factor de la falta de propuestas de las marcas locales, también la amplia red de recarga existente. Algo que facilita los desplazamientos. Y no sólo hablamos de los 60 Supercargadores que tiene la propia Tesla en Alemania, sino que en general la red se ha desplegado de forma muy intensa con estaciones de otros operadores.
Sólo el 2017 se han instalado en este mercado un total de 8.515 nuevos puntos de recarga. Un tercio de los que había ya en funcionamiento. Algo que lleva la densidad por kilómetro a multiplicar las cifras de mercados como el Estados Unidos, con un punto cada 25 kilómetros.
Esto supone según los analistas que las ventas de coches eléctricos en el mercado germano volverán a crecer de forma importante este 2018, con un estimado de 82.000 unidades. Una cantidad todavía poco representativa dentro de la ventas generales, pero que supone apuntarse otro crecimiento anual del 64%. Y eso que las propuestas de los fabricantes locales en los segmentos de volumen no llegarán hasta 2020. Momento en el que se espera una explosión sin precedentes.
Un momento clave que como vemos cuenta con una marca foránea entre las mejor situadas para aprovechar el tirón. Una Tesla que ha visto la oportunidad y ha apostado muy fuerte por una Alemania que quiere coches eléctricos, pero que no ha sido escuchada por los fabricantes nacionales. Algo que sumado a los escándalos de emisiones, podría suponer golpe en la línea de flotación del tradicional «nacionalismo» económico en el sector de la automoción de los alemanes.
