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Los fabricantes chinos de coches eléctricos tienen cada vez más fondos gracias a las inversiones motivadas por la apuesta del gobierno por la electrificación

Numerosos fabricantes de vehículos eléctricos de reciente creación se están beneficiando de la fiebre de los inversores por el coche eléctrico, motivada por el apoyo del gobierno chino a esta nueva forma de movilidad: muchas de estas startups de reciente creación anuncian haber recibido en los últimos tiempos inyecciones de capital superiores a los 7.900 millones de dólares.

Una de las empresas más destacadas de este pujante sector es Nio, una empresa que se hizo conocida por el récord establecido por su modelo EP9 en el circuito alemán de Nürburgring, así como por su ES8, un SUV 100% eléctrico que promete ser todo un éxito en el país asiático. El fabricante de coches eléctricos declara que recaudó unos 2.250 millones de dólares en sus cinco rondas de financiación.

Ahora que se han asegurado la financiación, parece que estas nuevas empresas están preparadas para competir contra los fabricantes de coches extranjeros. Recordemos que en China el gobierno es extremadamente proteccionista con su industria; sin ir más lejos, obligan a que los fabricantes extranjeros se alíen con un fabricante local si quieren producir en el país asiático. Una forma de conseguir un trasvase tecnológico sencillo.

Los consumidores chinos adquirieron alrededor de 777.000 vehículos impulsados por energías alternativas el año pasado, incluyendo los eléctricos a baterías. La mayor parte de ellos fueron producidos por empresas nacionales que aprovecharon las políticas del gobierno y las ayudas para vehículos de bajas emisiones y cero emisiones, a pesar de que las subvenciones están disminuyendo de forma clara en los últimos tiempos.

Las nuevas políticas del gobierno también están influenciando a los fabricantes extranjeros. Por ello, estas compañías han comenzado a ajustar sus gamas en el país asiático para cumplir con las cuotas establecidas por el gobierno chino, en las cuales se establece que para 2019 el 10% de las ventas de una marca deberán corresponderse con modelos 0 emisiones.

¿Conseguirán los fabricantes tradicionales frenar el crecimiento de los nuevos jugadores? Repasando el ejemplo de Nio, parece poco probable. La empresa, al igual que Tesla, ha rechazado el sistema de concesionarios para vender sus coches en favor de un modelo de venta directa. Dicha estrategia es fervientemente defendida por el fundador y director ejecutivo de la compañía, William Li, que dice que permite una mejor experiencia de compra a un coste menor.

Además, Nio también planea construir una red de carga propia, pues Li se ha comprometido a abrir hasta 1.100 estaciones de cambio de baterías para 2020. Una solución que fabricantes como Renault y Tesla terminaron abandonando por ser compleja y costosa.

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Fuente | Caixin

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