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Opinión: ¿Cuáles son las mejores formas de promocionar el coche eléctrico en España?

El coche eléctrico tiene varios retos a superar para lograr convertirse en una alternativa de masas. Entre ellas está el precio de compra, la infraestructura de recarga, la autonomía…Pero entre los obstáculos que frenan su expansión en mercados como el nuestro también está la poca información o publicidad sobre los mismos.

Y es que se pueden contar con los dedos de un muñón las veces que han salido coches eléctricos en los grandes medios. Podemos recordar las campañas de Nissan, y las de BMW. La cuestión es que las marcas podrían sacar mayor partido a este medio de comunicación incorporando a sus eléctricos en los anuncios donde salen varios modelos de cada marca. Unos spots donde habitualmente se relega a los enchufables.

Pero aunque la televisión o los medios generalistas puedan ayudar, no son la única forma de llegar al consumidor. En este artículo vamos a intentar poner sobre la mesa algunas fórmulas de promoción del coche eléctrico que por alguna razón no se están dando lugar en nuestro país, y que en muchos casos no necesitan apenas inversión.

Concentraciones públicas

No hay mejor ejemplo que Tesla, que no se gasta un duro en publicidad directa. Pero eso no quiere decir que el apartado de marketing de los norteamericanos esté a cero. Ni mucho menos. Casi desde su fundación Tesla ha conducido campañas activas de promoción de sus vehículos mediante concentraciones en diferentes puntos para trabajar de forma directa con los potenciales clientes, o aquellos que aunque no serán clientes, si ayudarán a distribuir las bondades de sus vehículos. Y es que no hay mejor forma de dar a conocer un coche eléctrico que probándolo. Y si es uno con varios cientos de caballos de potencia, todavía es más importante.

Pero no hace falta llamarse Tesla y tener una berlina de 90.000 euros para hacer esto. El resto de marcas podrían sacar sus coches de las concesiones, y dedicar al menos un día al mes a realizar pequeñas concentraciones de forma regular en lugares públicos o privados para mostrar los coches fuera de su hábitat habitual, los concesionarios.

Unos encuentros más informales en lugares donde la gente pueda acercarse de una forma más accesible y sin los rigores de una concesión. Un espacio donde además de información, el usuario puede solicitar realizar una prueba dinámica del coche. Sin duda la parte más importante de todas.

Cesiones de vehículos

Pero si una prueba de unos minutos puede animar a un cliente a interesarse más por un coche eléctrico, el contar con este vehículo durante uno o varios días puede ser la gota que colme el vaso. El poder saber el rendimiento del vehículo en el recorrido diario del usuario servirá para demostrar que las actuales autonomías son suficientes para cada caso.

Esto ya lo han probado marcas como Renault o BMW. El principal problema es que son acciones muy limitadas en el tiempo, que muchas veces llegan a oídos de los clientes cuando ya se han terminado las promociones. Una posibilidad que debería forma parte constante y activa de las campañas de publicidad de las diferentes marcas.

Esto algunas marcas lo están llevando al extremo. Por ejemplo, en Estados Unidos Chevrolet ha puesto en marcha en los primeros meses de vida del nuevo Bolt una interesantísima promoción. Esta consiste en la cesión de una unidad del eléctrico, pero que en lugar de tener que acudir a la concesión y esperar hasta que el coche esté listo, la marca le manda un comercial con el coche a su vivienda o su trabajo. De esa forma podrá realizar una prueba del coche sin tener que desplazarse.

Cierre de las ciudades a los modelos de combustión

Dentro de las acciones publicitarias, encontramos algunas que pueden ser puestas en marcha por las marcas en colaboración con los ayuntamientos. Por ejemplo, aprovechando la Semana Europea de la Movilidad. Una acción que se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre, y que tiene como objetivo la concienciación dirigida a sensibilizar a los ciudadanos en cuanto al uso del transporte público, en bicicleta y peatonal y a animar a las ciudades europeas a que promuevan modos de transporte más sostenibles.

Una semana donde desde algunas ciudades se ha puesto en marcha el cierre del centro al tráfico de coches particulares durante una jornada, y donde se podría añadir una excepción con el permiso para circular a los coches eléctricos. Algo que les daría mucha visibilidad.

Carreras de eficiencia y competición

En nuestro país se realizan algunas pruebas de eficiencia. Competiciones dónde en lugar de la velocidad de los vehículos, se mide la habilidad de los pilotos para llegar a un punto en un tiempo determinado, y gastando la menor cantidad posible de energía en el trayecto.

Uno de los muchos ejemplos que hay en España es el Eco Rallye Vasco Navarro. Una prueba que se celebra a principios del mes de mayo, y que supone la movilización de decenas de coches eléctricos que compiten por ver quién es el más eficiente. Una competición que lleva ya seis ediciones, pero que apenas ha tenido repercusión por parte de marcas o medios de comunicación.

Un tipo de carrera en el que cualquier usuario con un coche eléctrico puede participar, ya que no son necesarias grandes habilidades de conducción ni contar con un presupuesto de apoyo. Solamente hace falta un coche, algo de estrategia y mucha paciencia. Un formato que podría extenderse por todo el país, creando comunidades que ayudarían a expandir las bondades del coche eléctrico en sus ciudades.

Esto se puede extender a una mayor cobertura por parte de los medios de aquellas competiciones que involucren a coches eléctricos, como la Fórmula E, la próxima Electric GT, o otras que mezclan diferentes tecnologías como la subida al Pikes Peak, donde los eléctricos han ganado gran protagonismo.

Precios claros, y promociones económicas

Por último, y no menos importante, una forma de promocionar los vehículos eléctricos podría ser facilitando el acceso a los mismos a los clientes dando una información más clara de los costes de compra reales. Y es que las marcas se han acostumbrado a la política de precio elevados en la publicidad, para luego rematar al cliente en la concesión con grandes descuentos. Algo de lo que no se escapa casi ninguna marca.

El problema es que el precio de los coches eléctricos es ya de por si muy alto, como para por encima sumarle el margen de descuentos. Algo que tiene como resultado que muchos clientes descarten la compra antes incluso de acercarse a un concesionario. Algo que por desgracia no preocupa en lo más absoluto a las tiendas centradas en vender sus rentables diésel y gasolina.

Como ejemplo más gráfico, tenemos al Hyundai IONIQ eléctrico. Un modelo que si vamos a la web del fabricante vemos que está disponible desde 34.925 euros. Un coste elevado que luego los clientes están viendo como ya en el propio configurador baja hasta los 29.400 euros, y que luego incluso se recorta más una vez visitamos la concesión.

En este caso las marcas deberían dar precios netos, sin descuentos ni maniobras extrañas. Además para acelerar las ventas los modelos sostenibles deberían poder acceder a financiaciones blandas. Y es que no es de recibo que en la era del dinero al 0%, algunos fabricantes pidan casi un 10% de interés más gastos de gestión en sus operaciones.

Por supuesto, si conocéis alguna forma de promocionar los coches eléctricos en nuestro país, compartidlo con nosotros en los comentarios.

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