¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Tesla puede sufrir de forma directa el impacto de la guerra comercial de Estados Unidos y China

En el horizonte hay un conflicto arancelario entre Estados Unidos y China. Una situación que de confirmarse afectará de forma muy especial a aquellos fabricantes americanos que exportan al gigante asiático, y no cuentan con fábrica en ese mercado. Algo que señala directamente a Tesla.

Según informa el portal Bloomberg, China es precisamente el destino de una buena parte de la producción de los norteamericanos. Un mercado donde la demanda de coches híbridos y eléctricos (agrupados como «vehículos de nueva energía» por el gobierno) es más alta que en Estados Unidos y Europa. Algo que se suma al interés en los coches de lujo y foráneos de los compradores chinos que colocan a los modelos de Tesla en una posición privilegiada.

Pero la reciente amenaza de China de responder a la imposición de aranceles a los productos fabricados en China por parte de la administración Trump podría afectar seriamente las ventas de Tesla. El fabricante exporta todos sus automóviles desde California, y en estos momento China es su mayor mercado de exportación a nivel individual.

Las ventas en este mercado ya representan el 17% de los ingresos de Tesla. Esto ha supuesto la venta de 14.833 unidades en 2017. Una cifra que representa apenas el 3% de los coches eléctricos vendidos en este mercado, pero una cifra que no para de crecer gracias a que la propuesta de los americanos gusta en este mercado. Algo que se suma a la expansión de la red de Supercargadores que ayuda a las ventas.

En otras palabras, Tesla no es tan importante para el mercado del coche eléctrico de China, como es el mercado de coche eléctrico de China para Tesla. Y es que como vemos, apenas suponen el 3% del mercado, pero en cambio los ingresos para los americanos suponen una quinta parte del total. Una cifra considerable.

El problema es que mientras que la mayor parte de las marcas americanas, y europeas, tienen fábricas conjuntas con empresas chinas en este mercado, los de Elon Musk de momento han cerrado el paso a esta posibilidad, y negocian el poder hacerse un hueco de forma individual. Algo que está sobre la mesa, pero que de momento no ha logrado dar pasos positivos. Esto tiene como resultado que los coches que entran tienen que pagar un 25% de arancel, además de no poder acceder a las generosas ayudas públicas.

Una situación que se convertiría en prioritaria en caso de la entrada en vigor de los nuevos aranceles entre Estados Unidos y China que se estima añadirá otro 25% a los costes de introducir un coche en China. Una situación muy complicada para los Model S y X, pero difícil de super para un Model 3 cuyo arco de precios es menor.

Vía | Bloomberg

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame