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Cadillac se une a Volvo, BMW y Toyota, y dejará de invertir en motores diésel para apostar por la electrificación

Hace apenas unos años, el diésel dominaba con claridad el mercado europeo. Algo más caros pero con un consumo inferior a los gasolina, los motores diésel eran además considerados más ecológicos por sus menores emisiones de dióxido de carbono a pesar de sus superiores emisiones de óxidos de nitrógeno. Sin embargo, tras el escándalo de falseo de emisiones Dieselgate, parece que han caído en desgracia, pues numerosos fabricantes están comenzando a abandonarlos.

Ahora, Cadillac se ha unido a esta tendencia: después de años trabajando en un programa de motores diésel, probablemente en un intento infructuoso de conquistar el mercad europeo, finalmente parece que la marca dejará de invertir en este programa para apostar por la electrificación. ¿Los motivos? El aumento exponencial en ventas de los coches electrificados y la caída de los coches diésel.

Cuando estalló el Dieselgate, Cadillac llevaba ya tiempo invirtiendo una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en el desarrollo de una gama de motores diésel de cuatro y seis cilindros. Ahora, han decidido congelar este proyecto para centrarse en la electrificación, pues actualmente el mercado sigue dicho rumbo.

Tampoco hay que olvidar que hasta ahora el principal desarrollador de motores diésel del grupo General Motors era la marca europea Opel, que fue vendida el año pasado al grupo francés PSA (Peugeot-Citroën). Por lo tanto, los americanos tienen todavía más difícil que cuando estalló el Dieselgate su misión de desarrollar una gama de motores diésel destinada al mercado europeo.

El presidente de Cadillac, Steve Carlisle, hizo notar este cambio de enfoque durante la presentación del nuevo SUV XT4 la semana pasada: «Hemos estado trabajando en el diésel, pero los mercados pueden estar cambiando más rápido de lo que esperábamos. En el futuro, nos enfocaremos en la electrificación«.

Eso no quiere decir que estén renunciando por completo a su programa de motores diésel, sino que están cambiando su enfoque. De acuerdo con la marca, todavía existen posibilidades de que el diésel renazca en un tiempo aunque ahora mismo parezca todo lo contrario, y no quieren cerrarse posibles puertas de cara al futuro.

Así, Cadillac se une a otros fabricantes como Volvo, Toyota y BMW en su renuncia a este tipo de motorizaciones. Volvo ya no invierte en su familia de motores diésel D, y el nuevo S60 es el primer modelo de su gama en prescindir al 100% de ellos, sustituyéndolos por mecánicas mild-hybrid e híbridas enchufables. Algo similar hará Toyota, que por ejemplo en la nueva generación del Corolla (anteriormente conocido como Auris) propondrá un motor gasolina y dos híbridos, pero ningún diésel.

Fuente | Jalopnik

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