El Chevrolet Spark EV ha sido una respuesta del fabricante norteamericano a las normativas sobre emisiones de estados como California. Una conversión que se ha convertido casi en un modelo de culto para muchos, pero que ante la llegada de los nuevos Volt y Bolt, parece que ha dejado de tener sentido para GM.
Resulta curioso que algunas de las conversiones realizadas para cumplir con la normativa de emisiones, haya superado las expectativas del fabricante a nivel de prestaciones, y en algunos casos de éxito comercial. Ejemplos como que el 25% de los FIAT vendidos en 2015 en Estados Unidos ha correspondido al 500e, siendo el pasado año el 7º modelo eléctrico más vendido.
En el caso del Spark EV, no llega a tal nivel en cuanto a ventas, ha sido el 10º, pero es también es un modelo destacable, sobre todo a nivel técnico.
Cuenta con un cuerpo de apenas 3.8 metros de largo, cinco puertas, y monta un motor de nada menos que 104 kW (141 CV) con un demoledor par motor de 542 Nm. Más que un Ferrari 458. Podemos comprar esta cifra con otros modelos de su segmento, como los 83 kW del propio FIAT 500e, los 60 kW del Volkswagen e-Up, o los apenas 47 kW del Mitsubishi i-MiEV.
Un motor que lo convierten en un pequeño GTI, y que le propulsan hasta las 60 millas por hora (96,6 km/h) en 7.6 segundos, y que en su momento ha dejado en shock incluso a los exigentes probadores de Consumer Reports.
A nivel de batería tampoco se queda corto. El Spark EV montaba en su primera generación un pack de 21 kWh de celdas A123. Una batería que posteriormente ha sido sustituido por uno de 19 kWh de las robustas celdas LG, que le proporcionan una autonomía según el ciclo americano EPA de 132 kilómetros con cada carga.
No faltan elementos como la recarga rápida bajo el formato CCS Combo, que en apenas 20 minutos le permiten contar con una recarga completa.
Tampoco un interior donde encontramos diferencias respecto al modelo convencional, como un mejor equipamiento, así como dos pantallas, una táctil para el equipo de info-entretenimiento.
Pues ahora General Motors ha confirmado que el Spark EV dejará de ser producir a partir de agosto. Un adiós de un coche que ha estado en el mercado equivocado, y que parece más indicado para moverse por las ciudades europeas, donde se da más aprecio a los coches más pequeños.
