Geely es actualmente uno de los fabricantes chinos mejor colocados para golpear con fuerza el mercado internacional. Probablemente el que más. Dueña de marcas como Volvo, Polestar o Lotus, el grupo chino se hizo hace poco con casi un 10% de Daimler (Mercedes-Benz), lo que los convierte en el principal accionista de la compañía. Sin embargo, ahora se ha revelado que antes del acuerdo con Mercedes-Benz, intentaron otro con BMW.
Al parecer, lo que Geely quería era una asociación de colaboración, no adquirir acciones de BMW. Específicamente, Geely quería la tecnología de coches eléctricos de BMW. A cambio, prometió a los alemanes un acceso facilitado al mercado chino, aprovechando la influencia de Geely en el gobierno del país asiático. Estas conversaciones confidenciales tuvieron lugar en 2016, y la respuesta fue negativa, pues BMW finalmente se asoció con un competidor de Geely, Great Wall.
Según un informe de Reuters, una fuente anónima cercana a la dirección de Geely afirma que su director ejecutivo, Li Shufu, prevé un futuro automotriz donde sólo existirán dos o tres fabricantes actuales, por lo que los fabricantes actuales deben unirse para sobrevivir. Eso explicaría por qué Geely está comprando tantas marcas de automóviles, pues estaría buscando convertirse en un grupo de gran tamaño y poder para rivalizar en igualdad de condiciones con sus rivales (grupo Volkswagen, Toyota, PSA, General Motors, Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi…).
Respecto a la participación en Daimler, la compañía alemana dio la bienvenida a Geely, pero también enfatizó su fuerte asociación con la también empresa china BAI, otro de los competidores de Geely. La cuestión ahora es si Geely será capaz de conseguir toda la tecnología eléctrica de Mercedes-Benz que necesitan para cumplir su objetivo de convertir a Volvo en un fabricante libre de motores de combustión para la próxima década, como ha anunciado en diversas ocasiones la cúpula de la marca sueca, ahora en manos chinas.
Fuente | BMW Blog
