La convivencia entre coches eléctricos y modelos con motor de combustión se puede volver algo complicada cuando hablamos de los espacios para recargar. Es habitual encontrar a los segundos ocupando unas plazas normalmente reservadas para que los eléctricos puedan recargar sus baterías, incluso cuando hay sitios libres en el resto de la zona.
Esto suele tener como resultado el enfado y la frustración del conductor del eléctrico, y puede que alguna discusión sin mayor importancia. Pero hace unos días en el Supercargador de Tesla en la localidad francesa de Rungis, París, la cosa ha ido a mayores.
Esta estación de Tesla está situada como en otros muchos lugares, dentro del recinto de un hotel. Unas plazas reservadas para los vehículos del fabricante norteamericano donde pueden recuperar la carga de sus coches.
El problema ha sido que un coche con motor de combustión interna ha estacionado en uno de estos espacios. El resultado ha sido que el vehículo ha sufrido algunos daños por parte de un desconocido. Algo que ha provocado el enfado de la dirección del hotel, que ha decidido apagar temporalmente la estación.
Al mismo tiempo han colgado una nota con el siguiente texto «Debido al intolerable vandalismo sufrido por los vehículos no Tesla, estacionados por nuestros clientes momentáneamente en los lugares no exclusivamente dedicados a los vehículos de Tesla, los cargadores han sido desconectados hasta nuevo aviso. Recordatorio: las plazas de aparcamiento son propiedad exclusiva de Novotel y se ponen a disposición de Tesla. Si esos actos incívicos se produjeran de nuevo, estaríamos obligados a desinstalar esta estación de carga.»
Apenas una hora después Novotel ha vuelto a poner en funcionamiento esta estación. Según algunos testigos, al menos uno de los coches vandalizados era un vehículo del personal del hotel, y que dicho ataque se ha limitado al vertido de aceite sobre el coche.
Es evidente que la acción contra el vehículo con motor de combustión es totalmente lamentable y condenable, a pesar de que su comportamiento no sea precisamente cívico. Pero esta situación nos avisa que tomarse la justicia por nuestra mano, ya sea atacando al vehículo e incluso bloqueando su salida, puede tener consecuencias negativas para todos.
Estamos ante un problema de educación, y la mejor educación es precisamente hacer entender a los infractores que su comportamiento es incorrecto para tratar de minimizar un problema que por desgracia tenemos que mentalizarnos que irá a más según se amplíen las redes de recarga.
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Vía | Electrek
