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La segunda planta «secreta» de la fábrica de Tesla

Greg Reichow ha sido hasta hace poco el vicepresidente de producción de Tesla. Un puesto que le ha permitido participar en la puesta en marcha de las nuevas líneas de producción de la fábrica de Fremont, y que ahora ha compartido en la revista Wired sus impresiones sobre esta instalación.

Según Reichow, la instalación estaba dividida en dos secciones. Una donde se sitúan elementos como las prensas y alguno de los robots, y que era la que se mostraba a la prensa y a las visitas menos relevantes. Pero en la segunda planta hay un espacio secreto donde se esconden los avances más importantes.

Primer vídeo analizando el Tesla Model 3. Exterior, interior, maletero…

Un lugar que sólo se ha muestra a los inversores más importantes, y que esconde elementos como los robots más avanzados, cuya velocidad de trabajo ha obligado a un cambio en el diseño de sus materiales usando fibra de carbono en lugar del clásico acero. Además están también puntos clave como los desarrollos en baterías, la electrónica de potencia y los sistemas de propulsión.

Dentro de los aspectos organizativos destaca una integración vertical que les ha llevado por ejemplo a desarrollar por su cuenta muchos de los elementos que lleva el coche, desde pequeños fusibles, cables de alta potencia, pantallas. Todo un infierno que se solucionaría comprando a suministradores externos, pero que en su lugar Tesla ha optado por el «fabricado en casa» como la mejor fórmula para mejorar los vehículos.

La cuestión es la velocidad. Ser el primero siempre da una ventaja que debes aprovechar. Cada desarrollo significa la toma miles de pequeñas decisiones que si se opta por externalizar, puede suponer una dilatación en el proceso. A esto se añade la pérdida de control sobre el desarrollo, y el tener que trabajar con equipos externos. En su lugar todo el proceso se realiza en el mismo espacio, facilitando la comunicación entre los diferentes departamentos que apenas deben cruzar unas puertas para llegar a sus compañeros.

Pero para  Reichow sin duda la mejor parte de realizar tus propios diseños es la capacidad para mejorarlos. Algo que Tesla ha llevado al extremo. En lugar de esperar tres o cuatro años, la vida media de un coche antes de una renovación, los de Palo Alto realizan hasta 50 cambios cada semana. Un cambio absolutamente radical respecto a la industria tradicional.

Un ejemplo de lo importante del desarrollo propio es el modo Ludicrous. Una opción que permite a los Model S y X más potentes ir un poco más allá en cuanto a la aceleración. Algo para lo que hace falta algo tan sencillo como un fusible capaz de reaccionar en cuestión de milisegundos para proteger al coche de la enorme potencia que de desata en la aceleración. Un fusible que ha tenido que ser diseñado por la propia Tesla.

Y es que uno de los aspectos que más destaca el ex-vicepresidente de producción de Tesla ha sido la obsesión de Elon Musk y su equipo de llevar los desarrollos al límite. A donde nadie había llegado. «La idea no era crear el mejor coche eléctrico del mercado, sino directamente el mejor modelo premium a la venta, que ha resultado ser eléctrico«.

Una verdadera revolución que a pesar de la enorme cobertura mediática, se está llevando con bastante discreción, y es que el propio JB Straubel, Director tecnológico de Tesla, ha indicado hace un tiempo en una entrevista que «No creo que la gente se dé cuenta de lo que está pasando aquí

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Vía | Wired

 

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