Padmasree Warrior, directora ejecutiva del fabricante chino NIO, antes conocida como NextEV, ha publicado un interesante artículo donde pone sobre la mesa el importante potencial de los sistemas de conducción autónomos, como los que llevará su primera propuesta.
Según los datos, en Estados Unidos mueren cada año 37.000 personas en accidentes de tráfico, y otras 2.35 millones quedan heridas de diferente consideración. No sólo eso, el impacto de estos accidentes se ha convertido en la primera causa de muerte entre los jóvenes de entre 5 y 24 años. Unos accidentes que en su mayor parte están provocados por errores humanos.
Los motivos de los accidentes son variados, desde trabajos exigentes que obligan a muchos conductores a realizar largas jornadas al volante, y con el peligro del cansancio. Pero también hay factores como el uso de la tecnología, como los teléfonos móviles, que provocan graves distracciones al volante. Aspectos que se podrían minimizar gracias a los sistemas de conducción autónoma.
A esto añadir también la pérdida de tiempo en los atascos, que provocan que de media un conductor norteamericano pase 42 horas al año dentro de su coche en una congestión de tráfico. Algo que supone un aumento del estrés del conductor, y tiene como resultado datos tan sorprendentes como que aquellos que sufren intensos atascos de más de 45 minutos al día, tienen un 40% más posibilidades de sufrir un divorcio.
Para NIO, el objetivo de poner un coche centrado principalmente en la conducción autónoma es la de mejorar la calidad de vida de sus clientes, gracias a un sistema donde no será necesaria la plena atención del conductor, y además también reducir el riesgo de tener un accidente. Pero poder moverse en un coche autónomo también permitirá según NIO, mejorar la productividad de los conductores. El poder trabajar dentro del coche de la misma forma que lo hace en su oficina supone una reducción del estrés y el poder incrementar las horas de tiempo libre cada semana.
Por supuesto no se olvidan en NIO del otro apartado clave de su propuesta. Un modelo 100% eléctrico que además ayudará a reducir las emisiones contaminantes. Unas emisiones que se han convertido en una epidemia, causando la muerte prematura de 3 millones de personas en el mundo cada año. Unas emisiones de carbono de las cuales el transporte tiene un 75% de cuota.
La conclusión es que los coches eléctricos y autónomos ahorrarán tiempo, salvarán vidas, y además mejorarán la calidad de vida de aquellos usuarios que podrán disfrutar de un tiempo más agradable dentro de sus coches. Y todo reduciendo las emisiones contaminantes, algo de lo que nos beneficiaremos todos.
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Vía | LK
