Durante el Salón del Automóvil de Shanghái, se ha presentado un interesante proyecto que supondrá la primera incursión de los fabricantes chinos en el segmento de los deportivos eléctricos.
CH-Auto es una empresa liderada por un antiguo ingeniero jefe de producción de Jeep, que ha diseñado el Qiantu K50 Event. Un dos plazas dotado de un aspecto muy interesante, que pretende competir a nivel de precio con los deportivos importados por los fabricantes occidentales.
A nivel mecánico el prototipo de CH-Auto cuenta con un sistema de propulsión 100% eléctrico con 294 kW (400CV) de potencia, que le permite alcanzar los 100 km/h en 4.6 segundos. La autonomía por su parte se sitúa en los 250 kilómetros con cada carga, mientras que para recuperar esa cifra necesita unas seis horas en una toma de 220V.
Precisamente el precio es según sus creadores uno de los puntos más interesantes del proyecto. Como recordamos los modelos extranjeros deben afrontar elevados aranceles de importación si quieren entrar en el mercado chino. Una medida de protección que abre las puertas a las propuestas locales.
A pesar de no desvelar de forma oficial el precio, los medios locales estiman que saldrá a la venta en torno a los 700.000 yuanes, que al cambio son unos 105.000 euros, mientras que modelos como el Maserati Gran Turismo andan por los 1.95 millones de yuanes, unos 292.000 euros.
Una iniciativa que su promotor asegura nace para que los productos chinos den un paso más adelante, y dejen de considerarse sólo versiones de bajo coste, y logren situarse a la altura de sus competidores.
Algo que sus rivales, como el presidente de Aston Martin, ven posible, pero que estará lleno de desafíos que marcarán un difícil camino hasta conquistar a los compradores locales muy apegados a sus berlinas y deportivos europeos.
Vía | WSJ
