Volkswagen confirmó hace unas semanas que la producción en serie de su primer eléctrico de nueva generación, el compacto I.D, comenzará en noviembre de 2019 (se espera que su presentación tenga lugar durante el Salón del Automóvil de Frankfurt de ese mismo año, apenas un mes antes del inicio de la producción del modelo en la planta de Zwickau).
Sin embargo, algunas informaciones señalan que Volkswagen comenzará a producir los primeros preseries del modelo en abril de este mismo año. Unas unidades que deberían corresponderse con el modelo casi definitivo, y que ayudarán a la marca a terminar el desarrollo del modelo y a perfeccionarlo de cara a que todo esté a punto para finales del año que viene.
Como puede verse, Volkswagen parece querer tenerlo todo atado para el lanzamiento del que probablemente sea su coche más importante en los últimos años. Todavía queda por delante año y medio de desarrollo, por lo que probablemente el grupo alemán aproveche dicho tiempo para asegurarse cosas como el suministro de baterías, para evitar cuellos de botella en la producción como los que están sufriendo el Renault ZOE o el Tesla Model 3.
La intención de Volkswagen es producir un total de 1.500 vehículos 100% eléctricos al día en la planta alemana de Zwickau, todos ellos basados en la plataforma MEB. También contarán con fábricas especializadas en Norteamérica y en China, los otros dos mercados clave para la gama I.D. A Estados Unidos no llegará el I.D, siendo el primer modelo de la gama eléctrica en desembarcar el I.D. Crozz, un SUV eléctrico que también llegará a Europa tras el compacto.
Tras ellos llegarán el I.D. Buzz, una furgoneta 100% eléctrica, y el I.D. Vizzion, el buque insignia de la marca, destinado a tomar el relevo del extinto Phaeton dentro del segmento F.
Fuente | InsideEVs
