Además de ir aumentando paulatinamente su número de modelos eléctrico a la venta, General Motors también se adapta para el cambio que está por llegar. Consciente de que la electrificación es una transformación imparable, el gigante norteamericano se afana en preparar sus instalaciones y puntos de venta para las nuevas generaciones.
El último plan puesto en marcha en Estados Unidos es cuando menos ambicioso. En total se instalarán 4.300 puntos de recarga en concesionarios. También ha afrontado la instalación de 395 puntos de recarga para sus empleados, además de la construcción de 9 toldos dotados de paneles solares, con tomas de recarga, para trabajadores y visitantes.
Se trata de un claro gesto de apoyo al coche eléctrico por parte de GM. Ahora falta que pisen el acelerador de su oferta donde ahora sólo encontramos al Chevrolet Volt. Por ejemplo, con la expansión comercial del Chevrolet Spark eléctrico. Un modelo disponible sólo en California y Oregón, que cuenta con muchas papeletas para ser el segundo eléctrico de la gama.
Y es que los fabricantes deben ser los que tiren del carro. A la vista de que las infraestructuras privadas no encuentran a corto plazo su cuota de mercado los 4.300 puntos de recarga de General Motors son una señal.
Las razones del pobre desligue pueden explicarse en las bajas ventas, así como por la posibilidad de los propietarios de recargar en sus viviendas. Esto provoca que las visitas a los puntos de recarga sean muy pocas, y el volumen de negocio todavía menos, un escenario poco atractivo para las inversiones y que ralentiza el despliegue de recarga.
Vía | GM
