Nueva York continua con su política de reducción de emisiones de gases y ruidos y se marca una fecha para la sustitución de sus numerosos taxis por una flota 100% eléctrica; año 2020.
Un estudio realizado por una comisión del ayuntamiento de la ciudad desgrana los puntos claves para llevar el proyecto a cabo y los beneficios directos de este cambio. Resumimos los detalles principales de ese estudio y sus puntos débiles.
Uno de los retos de este siglo para las ciudades es reducir sus niveles de polución y ruido. Las grandes urbes, dónde la concentración de personas es demasiado elevada, sufren de niveles de contaminación por encima de los límites saludables y se ven obligadas a realizar inversiones y cambios para cambiar esta situación.
Siendo la contribución del tráfico rodado la mayor frente a fábricas y hogares en la urbes, se puede atacar el problema de dos formas. Reduciendo el tráfico y mejorando los servicios de transporte público, o implantando coches sin emisiones, para lo cual la solución más factible en estos momentos son los coches eléctricos.
Así como se suceden las pruebas con autobuses eléctricos, grandes contaminantes de las ciudades, también se ve a los taxis como uno de los sectores a electrificar. Hace unos días hablábamos de la fecha marcada por Londres para electrificar su flota y hoy lo hacemos de Nueva York. Los beneficios de este cambio son muchos, los números del estudio realizado en la ciudad de Nueva York así lo defienden.
Electrificar tan solo un tercio de los 13.236 taxis registrados en la ciudad de Nueva York equivaldría a hacer lo propio con 35.000 coches privados, ya que los taxis recorren mucha más distancia al día, aproximadamente 8 veces más que cualquier particular. Reduciendo así en un 18% de las emisiones de CO2 (55.640 toneladas al año) y ahorrando aproximadamente 50 millones de litros de gasolina.
La fecha propuesta para este ambicioso plan es 2020, tiempo suficiente para que, siempre según el informe, la tecnología de baterías avance lo suficiente para ofrecer vehículos capaces y a precios más asequibles. El estudio espera que con la bajada de los precios y manteniéndose las subvenciones, que actualmente son de 7.500 dólares a nivel nacional, para 2017 haya modelos por debajo de los 25.870 dólares (19.082 euros) después de ayudas.
Unos vehículos con baterías de al menos 35 kWh, la capacidad estimada por la comisión de expertos para cubrir las necesidades diarias de un taxi en Nueva York, más de 200 kilómetros diarios. Esta autonomía mejoraría la aceptación entre los taxista de vehículos eléctricos , a pesar de ya hay muchos realizando su función como tal.
La comisión de expertos ve como un punto importante la selección de un modelo apropiado que reúna las características enumeradas y aconseja comenzar a negociar con los diferentes fabricantes para firmar un acuerdo. Sin embargo la implantación de un modelo único puede generar molestias con las asociaciones de taxis, que ya mostraron tu malestar anteriormente ante la posible imposición de la eNV200, llegando a paralizar el proyecto.
La implatación de los taxis eléctricos necesitará mejorar el número de puntos de recarga de la ciudad para recibir tal cantidad de usuarios. Además de dotar a un 20% de las plazas de aparcamiento con puntos de recarga, medida que ya está estipulada por ley, se tendrán que instalar unos 350 cargadores rápidos. El número ha sido calculado en base a la cantidad de taxis eléctricos y el uso que se les viene dando, para dar una proporción de 1 cargador por cada 13 taxis. Se ha considerado incluso que la red eléctrica de la ciudad está en condiciones para recibir semejante demanda.
Será imprescindible ver cómo afronta este plan el nuevo alcalde de la ciudad, Bill De Blasio, y si su voluntad por mejorar la atmósfera de la gran manzana es tan fuerza como la de su predecesor, Michael Bloomberg, de quien ha heredado este proyecto.
Fuente | Green Car Reports
