Audi está desarrollando en colaboración con la start-up Arculus GmbH, un nuevo principio de ensamblaje modular para lograr mejorar la flexibilidad de la producción, y romper la tradicional línea de producción de ritmo fijo para convertirla en etapas de proceso individuales.
Básicamente lo que este nuevo sistema propone es dividir la producción de cada coche, que en la actualidad está en torno a los 160 pasos, y llevarlo a los 200 pasos. Cada uno estará formado por equipos de una o dos personas, que tendrán mayor flexibilidad para completar sus trabajos. Un nuevo sistema de producción que será estrenado en 2018 con la producción del primer coche eléctrico de Audi, el e-tron.
Gracias a este nuevo sistema, desde el fabricante alemán esperan mejorar la flexibilidad, la eficiencia, y también aspectos como una productividad que crecerá al menos un 20%. Esto será gracias a un formato flexible que convertirá cada módulo en un espacio independiente, con su propio acceso a los componentes lo que permitirá reducir el tiempo que necesitan los mismos hasta llegar a cada módulo. De esta forma el fabricante podrá en una misma línea de montaje dar mayor prioridad a unos productos que a otros.[blocktext align=»center»][/blocktext]
Un nuevo sistema que se anticipa a la llegada de los sistemas eléctricos. Sistemas diferentes a los convencionales, que necesitarán un formato de fabricación diferente y adaptado, y que en la actualidad pueden ralentizar unas líneas de producción muchas veces compartidas entre sistemas de combustión, híbridos y eléctricos.
Como hemos dicho, el primer modelo en poner en práctica esta nueva estrategia será el Audi e-tron, que saldrá de la planta que Audi tiene en Bruselas a lo largo de 2018. Un nuevo miembro de la familia del fabricante de los aros, que además de estrenar los sistemas 100% eléctricos, también permitirá poner en práctica un nuevo formato de fabricación.
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Vía | GCC
