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En algunas zonas sólo hacen falta seis coches eléctricos recargando para colapsar la red

La idea de que la llegada de millones de coches eléctricos al mercado podría causar problemas en las redes eléctricas es un tema recurrente en muchas conversaciones. Pero para el grupo británico Green Alliance, centrado en buscar acelerar la transición energética, esto puede ser realmente un problema incluso sin necesidad de grandes cantidades de vehículos.

Según su último informe, es importante que el gobierno y las empresas eléctricas empiecen cuanto antes la adaptación de la red de distribución de electricidad, para anticipar los retos de un futuro no muy lejano donde los coches eléctricos tomen las calles en números cada vez más grandes.

Y ponen como ejemplo un caso práctico. En algunas zonas de Reino Unido, donde la red eléctrica no está en las mejores condiciones, sólo hacen falta seis coches eléctricos recargando de forma simultánea para poner al límite la infraestructura.

Esta iniciativa aconseja la descentralización del suministro de energía, e indica que el suministro de energía necesita ser controlado para hacer frente a un aumento de la demanda por las tardes, cuando la mayoría de los conductores llegará a casa del trabajo y conectarán sus coches.

La cuestión es que no hablamos de un escenario futuro. El segmento del coche eléctrico es el que más crece con diferencia en Reino Unido, y en marzo las ventas se han incrementado un 31% respecto al pasado año. Un sector que sumando las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables ya acumulan el 4.1% de las matriculaciones.

Las soluciones para Green Alliance es comenzar a adaptar la red. Aspectos como la instalación de baterías de respaldo servirán para amortiguar los picos de demanda de los usuarios. Unas baterías que según los expertos podrán ofrecer una autonomía de unas 7 horas cada día a la red de Reino Unido en 2025. Un margen suficiente para manejar los picos de demanda.

Pero también se hace necesario la modificación de la propia red, y es que se da el absurdo de que sólo el 20% de las redes locales pueden recibir energía de las granjas solares. Algo que limita de forma importante el aprovechamiento de este recurso que al igual que el coche eléctrico, no para de crecer en instalaciones.

La energía solar también podría jugar un papel muy importante mediante las pequeñas instalaciones particulares. Incluso sin ayudas del gobierno, en algunos casos incluso a pesar de sus obstáculos, las instalaciones privadas y destinadas al autoconsumo se están extendiendo. Según el informe, con una política más favorable se podría acelerar su implantación, y de nuevo reducir el impacto del coche eléctrico en las redes. Unas instalaciones privadas que también sacarán partido a la expansión y bajada de precios de las baterías para el hogar.

También ponen sobre la mesa la importancia de los cargadores inteligentes. Unos sistemas que permitirán adecuar la recarga a las horas de menor demanda, y cuando los precios son más económicos. Una tecnología ya disponible a la que sólo le falta un impulso a nivel de regulaciones.

La conclusión es que en sin acción, incluso con unos pocos coches las redes pueden verse comprometidas. Pero hay soluciones a nuestro alcance para que incluso con la llegada de millones de vehículos, las redes no sólo no sufran, sino que incluso puedan lograr aumentar su negocio y eficiencia.

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Vía | Green Alliance

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