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El curioso caso de la fábrica de Tesla. Espacio para 500.000 unidades, pero totalmente llena con una producción de 80.000

Cuando Tesla compró la fábrica de Fremont, propiedad hasta entonces de una empresa conjunta de General Motors y Toyota, muchos se asombraron de como una empresa tan pequeña podría llegar a ocupar una instalación de 500.000 metros cuadrados, capaz de atender una producción de 500.000 unidades al año en sus mejores tiempos.

Incluso en los primeros vídeos se veía como Tesla tenía que tapar algunas partes de la gigantesca instalación, ya que apenas usaban un espacio mínimo de la misma. Pero apenas cuatro años después, el propio Elon Musk ha indicado que «No hay lugar en Fremont, le están estallando las costuras». Una clara indicación de que el espacio ya es un problema, algo que ha obligado al fabricante a empezar un proyecto de expansión, con la compra de otro solar de 500.00 metros cuadrados, y también  la apertura de nuevas fábricas.

Y eso es algo que ha llamado mucho la atención a los expertos, que se han lanzado a analizar la situación. La cuestión es que en el arranque de la vida de esta fábrica, en 1985, la planta contaba con una capacidad de producción de 64.764 vehículos. Por su parte el número de trabajadores era de 2.470, lo que nos da una tasa de 26 coches por cada empleado. Una cifra que en 1997 era de 74 vehículos por empleado, cuando los 4.844 trabajadores sacaron adelante 357.809 unidades.

Tesla se prepara para levantar entre 4 y 5 nuevas fábricas, y llegar a 10 o 20 a largo plazo

Por su parte Tesla tiene en su fábrica entre 6.000 y 10.000 trabajadores, con una producción que en 2016 ha llegado a las 83.922 unidades. Esto significa entre 8 y 14 vehículos por empleado. Una diferencia brutal. Esto no tiene sólo su reflejo en la proporción empleado/producción, también en otros aspectos más mundanos, pero igualmente problemáticos, como es el tema del aparcamiento.

Y es que la zona de la fábrica no está preparada para acoger a semejante cantidad de coches. Algo que ha llevado a algunos trabajadores a protestar antes Tesla, y a otros a organizar turnos para cambiarse las plazas. Incluso se ha llegado a vender el espacio libre a cambio de dinero en efectivo y otros elementos.

Pero ¿cual es la razón?. ¿Cómo es posible que con una producción robotizada, y de momento tan pequeña, no haya espacio ni para un alfiler en esta instalación?. La respuesta es que la planta de Fremont no sólo ensambla coches. En la estrategia de Tesla también está la de controlar la producción de la mayor cantidad posible de componentes que llevan sus vehículos.

Algo que supone que en la misma instalación se encuentren además de las líneas que fabrican los coches, también las que ensamblan las baterías, la fabricación de los asientos, además de la preparación de otros elementos. Algo que provoca la presencia de cientos de ingenieros y técnicos que normalmente estarían en empresas suministradoras fuera de la planta.

Una estrategia que permitirá a Tesla reducir el riesgo de sufrir retrasos a la hora de recibir las piezas clave para la producción de sus vehículos. Algo que supondrá también ahorro de espacio a nivel logístico, y de tiempo.

Para Morgan Stanley, Tesla es más que un fabricante de coches. Ya supera el valor de BMW

La cuestión es que no son pocos los que se preguntan que pasará con la llegada del Model 3. Un modelo que hará que la producción pase de menos de 100.000 unidades al año, unas 2.000 unidades a la semana, a una tasa que en 2017 esperan llegue a las 5.000 unidades a la semana, y 10.000 unidades semanales para 2018.

Esto llevará la capacidad hasta las  500.000 unidades al año. Un salto adelante enorme para una joven empresa como Tesla. Todo un reto logístico y como vemos también físico, y que no será ni mucho menos el último. Desde el fabricante ya se ha indicado la intención de seguir creciendo con la puesta en marcha de entre 10 y 15 nuevas plantas en los próximos años.

Un crecimiento que para muchos expertos, supondrá que Tesla dejará de ser una pequeña y ágil start-up, y pasará a ser uno más de los grandes fabricantes americanos. Algo para lo que necesitarán una ingente cantidad de dinero en forma de inversiones. Un dinero que para la mayor parte de los analistas, no será un problema lograr mientras exista la actual demanda de sus vehículos.

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Vía | Autonews

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