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¿Por qué las aseguradoras todavía no valoran la seguridad de los asistentes a la conducción como Autopilot?

En Estados Unidos está comenzando un intenso debate sobre el impacto en la carretera de los nuevos sistemas de ayuda a la conducción. Elementos como los avisos de colisión o la frenada de emergencia, que según las estadísticas reducen de forma importante la siniestralidad. Pero es algo que no se está notando en un descenso de las primas de los seguros para estos vehículos.

El principal problema parece estar en los datos confusos que hay en una tecnología relativamente reciente. Por ejemplo, la gran referencia en este sector es el Autopilot de Tesla. Un sistema que lleva ya unos años en el mercado, y que ha pasado por momentos muy duros como la muerte de un usuario cuando circulaba con el sistema conectado. Estos datos también indican que los propietarios del Tesla Model S con tracción trasera realizaban un 46% más partes que la media de su segmento. Algo que poco o nada tiene que ver con las ayudas a la conducción.

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Y es que si echamos un vistazo a las estadísticas globales, no hay lugar a dudas de que la seguridad se incrementa de forma importante cuando un vehículo cuenta con algún sistema. Por ejemplo, el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) ha indicado que un vehículo dotado de un aviso de colisión frontal contaban con un 27% menos posibilidades de tener un accidente, y hasta un 50% menos si se añadía también el sistema de frenada de emergencia automático.

Según el informe del IIHS, si todos los coches del mercado contasen con esta tecnología en 2014, se habrían evitado 1 millón de accidentes y 400.000 heridos. Y esto se traduce en dinero, mucho dinero para las aseguradoras.

A pesar de esto, desde la agencia americana se indica que estos beneficios no se están notando en los precios de los seguros. Algo que se achaca a la ausencia de datos.

Cada marca se guarda sus propias estadísticas e información. Unos datos que se han convertido en oro puro para las marcas, pero cuyo secretismo está precisamente evitando que sus beneficios más allá del impacto en la reducción de accidentes, se traduzca también en un menor coste para los seguros.

Eso a pesar de datos como el proporcionado en su momento por Elon Musk, que ha indicado que la segunda generación de Autopilot podría reducir los accidentes en un 90%. Una cifra realmente impresionante, pero que de momento no ha supuesto menores costes para los propietarios de un Model S o X.

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Vía | C&D

 

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