Tesla ha tenido un ascenso meteórico en el panorama internacional. Su nombre evoca a tecnologías como el coche autónomo, y han convertido sus modelos en objetos de deseo, ayudando a mejorar la imagen del coche eléctrico a nivel global. Lanzamientos como el del Model 3 han supuesto un revulsivo para toda la industria, con más de 400.000 reservas formalizadas hasta el momento. Sin embargo, la llegada de competencia por parte de los fabricantes tradicionales será la prueba de fuego para la marca californiana en los próximos 5 años.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta Tesla son los retrasos en la producción de su modelo estrella, el Model 3. Retrasos que también afectaron en su momento al Model S y al Model X. Además, la calidad de acabados de sus vehículos no se corresponde con el precio que piden por ello. Esta debilidad podría ser aprovechada por rivales como BMW, Volkswagen o Daimler, que cuentan con décadas de experiencia a sus espaldas en materia de procesos productivos, por no hablar de su superior calidad de ensamblado.
En el caso concreto de Daimler, matriz de Mercedes-Benz, algunos analistas señalan que a corto plazo podría convertirse el rival más directo de Tesla. Podemos destacar su enorme inversión de 11.000 millones de dólares para electrificar su gama de vehículos. El primer paso de este proceso será el lanzamiento del Mercedes EQC, un SUV 100% eléctrico que se fabricará en Alabama, Estados Unidos, y que rivalizará con el futuro Tesla Model Y. A este modelo le seguirá el EQA, un compacto eléctrico similar al Mercedes Clase A. La mayor solera de Mercedes y una posible expansión de su gama eléctrica sin problemas en la producción podría hacer mucho daño a Tesla.
El objetivo de Daimler no es batir a Tesla en Estados Unidos, su mercado natal, sino en Europa y sobretodo en China. Para ello han llevado a cabo una alianza con la empresa BAIC, invirtiendo 750 millones de dólares entre las dos para producir coches eléctricos en China a partir de 2020. Además, la rivalidad con Tesla no se centrará solamente en la venta de coches y camiones, sino también en aspectos como la gestión de la red doméstica: Mercedes ya vende su propia batería para el hogar en California, Reino Unido y Alemania, con el objetivo de rivalizar con la exitosa Powerwall de Tesla.
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Fuente | Business Insider
