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El propietario de un Tesla Model S comparte sus impresiones sobre el nuevo Nissan LEAF

Green Car Reports ha publicado recientemente la prueba realizada por uno de sus lectores habituales de un Nissan LEAF 2018, que todavía se está vendiendo con cuentagotas en los Estados Unidos. Como dato a destacar, dicho lector es propietario de un Nissan LEAF de 2012 y de un Tesla Model S, por lo que sus impresiones son muy útiles de cara a comparar el coche con su predecesor y con uno de los eléctricos más capaces del mercado.

En el exterior, el lector alaba especialmente que Nissan haya decidido abandonar la estética «de rana» de la que hacía gala el anterior LEAF, ya que el nuevo cuerpo del que disfruta el compacto es mucho más elegante y bajo. También destaca la nueva ubicación del punto de carga, que se ha desplazado a la zona superior del morro del coche, lo que reduce el esfuerzo de flexión a la hora de cargarlo, algo que agradecerán los clientes de mayor edad.

La conclusión final es que gracias a su nueva estética, el LEAF se camufla perfectamente con el resto de la gama Nissan, sobretodo gracias a su nueva parrilla en forma de V, que si bien el modelo eléctrico no necesita (está cegada), sirve para normalizar la estética del modelo. Algo similar a lo que hizo Tesla con las primeras unidades del Model S y su falsa parrilla.

Del interior critica que el volante sólo tenga regulación en altura y no en profundidad, un defecto heredado del LEAF anterior (recordemos que estructuralmente son el mismo coche, aunque los paneles de la carrocería, el salpicadero, el motor y la batería sean nuevos). Como punto a favor están los nuevos asientos, con un mullido mucho más grueso y un mejor diseño, que suponen un gran salto adelante respecto a los anteriores.

Aunque la mayor parte de los plásticos duros de la anterior generación se mantienen, ahora tienen mejor aspecto, y tanto el cuero bitono opcional como las inserciones metálicas ayudan a mejorar la sensación general de calidad.

Respecto a los sistemas multimedia, si bien agradece que ya exista compatibilidad con CarPlay y Android Auto, define la pantalla como demasiado pequeña y algo lenta de reacciones, con una interfaz anticuada. Además, no se entiende la pérdida del cuadro totalmente digital del anterior LEAF, sustituido ahora por uno mixto analógico/digital.

El equipamiento de seguridad, incluyendo el ProPILOT, es un gran paso adelante. Respecto a las prestaciones, si bien no iguala la aceleración del Bolt o la perfecta compostura del e-Golf, se muestra más reactivo y rápido sin perder confort, sintiéndose menos como un electrodoméstico.

La mayor crítica es la relativa a la refrigeración de la batería por aire forzado, poco eficaz y que podría hacer que se degradase más rápidamente. Afortunadamente, parece que la versión de 60 kWh que se presentará este mismo año podría incorporar refrigeración líquida y solucionar el problema.

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Fuente | Green Car Reports

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