Cuando Tesla anunció hace unos años el desarrollo del Model 3, muchos entendieron que este modelo, a pesar de tener un tamaño inferior al Model S, sería un vehículo más avanzado que el buque insignia de la marca californiana. Algo que el propio Elon Musk se encargó de desmentir, explicando que su modelo económico sería una propuesta más sencilla y menos lujosa que el Model S.
Sin embargo, una vez en el mercado el Model 3 ha sorprendido a todo el mundo: su chasis está aparentemente más trabajado que el del Model S, resultando más dinámico; su espacio en la cota de altura es mejor a pesar de su menor tamaño; dispone de numerosas tecnologías compartidas con su hermano mayor, como el Autopilot 2… En definitiva, ¿hay realmente tanta diferencia entre un Model 3 y un Model S?
Hasta la llegada de la versión Standard de 35.000 dólares con batería de 55 kWh, el Model 3 más barato que se puede adquirir cuesta 49.000 dólares (versión Long Range con paquete interior Premium), mientras que el Model S entrada de gama (el 75D) parte de los 74.500 dólares.
Si bien ambos modelos tienen una batería de 75 kWh de capacidad, sus configuraciones mecánicas son bastante diferentes: el Model 3 tiene un motor de 270 cv y tracción trasera, hace el 0 a 96,5 km/h en 4,6 segundos y homologa 499 km EPA; el Model S por su parte tiene dos motores (tracción total) que suman 333 cv, hace el 0 a 96,5 km/h en 4,2 segundos y homologa 417 km EPA.
Como puede verse, el Model 3 apuesta por la autonomía y la eficiencia, mientras que el Model S se enfoca más a las prestaciones. Sin embargo, en el chasis de ambos modelos las tornas cambian: mientras que el Model S montará a partir de ahora suspensiones neumáticas que le dan una pisada confortable, el bastidor del Model 3 se muestra más deportivo y seco, descuidando un poco el confort en beneficio del dinamismo.
El Model 3 también está mejor concebido que el Model S en aspectos como la respuesta de la pantalla (mucho más rápida y reactiva en el modelo más reciente), la existencia de huecos portaobjetos en las puertas, o el confort de los asientos delanteros, mucho mejor estudiados en el Model 3.
Además, el recién llegado cuenta con adelantos como la apertura mediante el teléfono móvil o la regulación eléctrica de las toberas de ventilación. Sin embargo, el mayor tamaño del Model S se hace notar en su capacidad de carga, ya que cubica el doble de maletero sumando el «trunk» y el «frunk«.
¿Hay por tanto motivos que justifiquen la compra de un Model S existiendo el Model 3 a menor precio? Sí, por dos motivos: por un lado, es un coche más grande y por lo tanto con mejor imagen, algo muy importante para ciertos compradores; por otro, no tiene una lista de espera tan larga como el Model 3. Sin embargo y de forma puramente racional, parece que el nuevo Model 3 es una mejor compra que su hermano mayor.
Fuente | TechnoBuffalo
