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Ahora no Permitir

El presidente de Peugeot indica que cumplirán con las nuevas normas sobre emisiones sin tener que lanzar un coche eléctrico

El pasado año el fabricante francés Peugeot logró un importante incremento de ventas, convirtiéndose en la marca más exitosa del grupo PSA. Las ventas crecieron un 10.4%, frente a las caídas de un 7.5 y 38.5% que han sufrido respectivamente Citroën y DS. Una dinámica basada principalmente en la venta de todocaminos diésel.

Amparado en estas cifras, el presidente del fabricante francés ha defendido la lenta expansión de los motores eléctricos en su gama. Una dinámica que comenzará con híbridos y micro-híbridos, que en 2019 serán el 8% de la gama, mientras que en 2020 llegarán al 50% de la oferta.

Pero de momento desde Peugeot no ven sitio para los coches eléctricos. Según Philippe Imparato, presidente de Peugeot, el coche eléctrico es una apuesta a medio y largo plazo dentro de una gama que estará compuesta por las diferentes motorizaciones. Unos sistemas que se asentarán en plataformas polivalentes capaces de acoger a motores diésel, gasolina, híbridos y eléctricos.

Preguntado por la cuestión del incremento de las emisiones de CO2 por la bajada de las ventas de coches diésel, y el aumento de los todocaminos. Una amenaza que algunas marcas se han tomado muy en serio ya que pone en riesgo los objetivos de la UE de 95 gramos de CO2 por kilómetro para 2021. Sobre esta cuestión, el máximo responsable del fabricante galo parece confiado en su cumplimiento sin aumentar la inversión en coches eléctricos.

Según el Sr Imparato «Nosotros cumpliremos nuestro objetivo de emisiones. No necesitamos lanzar un coche eléctrico para lograrlo, y realizar una gran inversión en su desarrollo y lanzamiento comercial. Queremos hacer una planificación sostenible y rentable, con una correcta mezcla de motorizaciones para lograr cumplir con las normativas a corto y medio plazo, pero sin perder dinero

Opinión

Está claro que para una empresa el objetivo es ganar dinero. Pero al mismo tiempo debería contar con una parte de valores medioambientales, y apostar por una movilidad eléctrica necesaria para lograr reducir las espantosas cifras de emisiones contaminantes en muchas de las ciudades europeas. Emisiones que cuestan dinero, y también la salud y la vida de miles de personas cada año. Algo que nos indica que no hablamos sólo de una cuestión de rentabilidad.

Pero como decimos, las empresas están aquí para ganar dinero, y es por eso que si estas no toman las medidas, debería ser Europa la que se ponga manos a la obra para acelerar la transición hacia formas de movilidad más sostenibles. Una transición que como vemos, parece muy lejos de ser una realidad ya que marcas como Peugeot, y otras muchas, lograrán mantener sus ingresos sin apenas invertir en nuevas tecnologías. Algo que supondrá también mantener las emisiones de sus motores diésel y gasolina.

El mejor ejemplo lo tenemos desde la comunista China, que en 2019 pondrá en marcha un sistema de cuotas que obligará a la propia Peugeot a acelerar su programa de coches eléctricos en aquel mercado si quiere seguir operando. Un programa que está desarrollando con sus socios de Dongfeng, y que supondrá la fabricación y venta de coches eléctricos a partir de 2019.

Y si puede hacerlo en el mercado chino, también debería poder hacerlo en Europa. Lo malo es que como sucede en China, tendrá que ser la legislación la que les fuerce a hacerlo.

Vía | Autocar

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