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BMW vuelve a poner fecha de caducidad al i3 y el i8

Durante una entrevista con la revista Autonews, Stefan Juraschek, jefe del departamento de baterías en BMW, ha vuelto a dibujar un futuro negro a los dos primeros modelos eléctricos del fabricante de Munich. El BMW i3 y el i8.

Según el representante de BMW, estos dos modelos no pueden ser actualizados para integrarlos en una familia de coches. Dan por supuesto que el futuro será precisamente formado por modelos impulsados por electricidad, tanto urbanos como para largos desplazamientos, pero en este futuro no parece haber espacio para dos propuestas tan rompedoras a nivel estético.

Estas declaraciones ponen en peligro a los dos iconos eléctricos que podrían convertirse en simples modelos experimentales para la marca. Eso a pesar de que su producción ha sido bastante más elevada de lo que podría pensarse en un proyecto meramente de desarrollo o publicitario, y es que desde su lanzamiento en 2013 se han entregado más de 100.000 unidades del i3.

El principal problema al que se enfrentan tanto el i3 como el i8, es que la demanda de coches eléctricos no para de crecer. Algo que obliga a adoptar un formato de producción masivo donde el desarrollo de ambos no encaja. Para ello BMW está desarrollando una nueva plataforma que será la encargada de acoger a la nueva generación.

Una generación con unos objetivos mucho más ambiciosos, y que verá la llegada de propuestas como el nuevo BMW  i4 y la serie iNext. Nuevas propuestas que comenzarán a llegar al mercado entre 2020 y 2021.

Los cambios respecto a la primera generación será radical. Por un lado se adoptará un diseño berlina mucho más atractivo que el pequeño i3. Sobre todo pensando en atacar un mercado más amplio. Modelos que además gracias a la nueva plataforma podrán adoptar baterías de mayor capacidad, y por lo tanto, mayores autonomías.

Algo que podría tener como consecuencia la no necesidad de contar más con la costosa producción de fibra de carbono para el chasis del vehículo. Algo muy interesante e importante en una primera generación donde las capacidades de las baterías eran muy limitadas, pero que pierde importancia según crecen las mismas.

Un aspecto además imprescindible si BMW quiere pasar de la producción simbólica actual, a cifras que se acerquen cada vez más a los números de los coches con motor de combustión. Una dinámica donde parece no habrá espacio para el i3 o el i8.

Al mismo tiempo la conclusión es que el i3 tendrá que aguantar con la actual propuesta entre dos y tres años más hasta la llegada de nuevos modelos. Tiempo donde es de suponer que la marca pondrá en marcha al menos una o dos actualizaciones de su batería para poder mantener mínimamente su atractivo en un mercado que en los próximos meses verá una verdadera explosión de oferta de coches eléctricos con cada vez más autonomía, pero también cada vez más potentes.

Vía | Autonews

 

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