En los últimos tiempos, Tesla parece haber apostado por los grandes techos panorámicos. En el caso del Model 3, su techo de cristal (de una pieza desde la mitad de la carrocería hasta el maletero) permite maximizar el espacio para la cabeza de los pasajeros, y además, facilita a las máquinas el acceso al interior del coche durante la producción.
El Model X cuenta con su parte con el parabrisas panorámico «Big Sky». Una característica muy apreciada por los usuarios, que destacan la enorme sensación de luminosidad y espacio que brinda. El parabrisas Big Sky engloba, además del parabrisas, toda la sección del techo sobre las plazas delanteras e incluso llega a las Falcon Wings traseras.
Algunas personas se ha preguntado sin embargo hasta qué punto será resistente este tipo de solución en caso de choque. Tesla siempre ha presumido de la seguridad de sus vehículos (ahí están los crash-test de sus coches), y siempre ha mostrado especial atención a sus parabrisas de tamaño masivo (sin ir más lejos, el Tesla Semi contará con un parabrisas blindado para evitar las típicas roturas por piedras que sufren los camiones una vez al año de media).
Ahora, la resistencia del parabrisas panorámico Big Sky ha quedado sobradamente demostrada a raíz de un accidente que tuvo lugar en Suiza. Allí, un camión perdió dos ruedas mientras circulaba, y una de ellas impactó con violencia contra un Model X que circulaba tras el camión. A pesar de lo aparatoso del accidente, se saldó sin ningún herido: el parabrisas resistió el golpe, sin hundirse en exceso y sin permitir que la rueda penetrara en el habitáculo.
Normalmente, cambiar el parabrisas de un Model X cuesta la friolera de 1.400 dólares, sin embargo, en este caso parece que los daños se han extendido hasta las Falcon Wings, lo que nos hace pensar que la reparación será más cara.
Fuente | 20minuten
