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500 baterías del BMW i3 para servir como respaldo a una instalación eólica

El grupo energético Vattenfall, han puesto en marcha una instalación de baterías destinadas a servir como apoyo en el parque eólico de Pen y Cymoedd, en Gales. Lo más interesante es que se trata de un grupo de baterías procedentes del BMW i3, y que ahora han encontrado una nueva vida almacenando los excedentes de los aerogeneradores.

En total son 500 baterías de 33 kWh cada una. Algo realmente llamativo ya que como recordamos esta batería no comenzó su distribución hasta julio del 2016. Por lo que como mucho los coches más antiguos dotados de este pack no llegarían todavía a los dos años. Además el i3 cuenta con un sistemas de refrigeración que garantiza una buena durabilidad de las celdas. Algo que hace que sea bastante raro que ya sean reutilizadas.

La explicación, que ha sido confirmado por la empresa instaladora, es que se trate de packs nuevos a los que se quiere dar un uso de investigación para conocer su potencial en el uso fuera de los coches.

Gracias a este grupo de baterías, que sumarán una capacidad de 1.6 MWh, que le ofrecen una potencia de 22 MW, el operador podrá proporcionar estabilidad a la red cuando la producción de electricidad desde el grupo de aerogeneradores baje su ritmo.

Según Gunnar Groebler, Vicepresidente y Director de Negocios Eólicos en Vattenfall: «Este proyecto de almacenamiento en baterías proporcionará una idea de cómo se verá el mundo de la energía digitalizada e inteligente del futuro. También es otro elemento básico en nuestra búsqueda por liberarnos de los combustibles fósiles en la generación de electricidad«.

Estas centrales híbridas con generación renovable desempeñarán un papel importante en el sistema energético en el futuro, y son cada vez más las empresas que se han lanzado a comenzar unas primeras instalaciones que sirven de proyecto piloto para mostrar el potencial del uso de baterías para estabilizar la red, y con ello sacar el mayor partido posible a fuentes intermitentes como la eólica o la fotovoltaica.

Además a pesar de que en este casi no se ha realizado, normalmente se suelen usar baterías que después de unos años ofreciendo su servicio en los coches eléctricos, han perdido un porcentaje de su capacidad, haciendo que no sean idóneas para usar en un vehículo, y manteniendo intactas sus posibilidades en aplicaciones como el almacenamiento estacionario.

Fuente | Vattenfall

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