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Para Toyota el coche eléctrico todavía debe mejorar mucho para ser una opción viable. El electrolito sólido, para 2030

Shinzuo Abe, encargado de la división de motorizaciones de Toyota, ha realizado una interesante entrevista con la revista Wards Auto, en la que repasa la actualidad y el futuro de la marca japonesa en su relación con las nuevas formas de movilidad. Un encuentro en el que habla de la hoja de ruta de la marca nipona en su relación con los coches eléctricos.

El electrolito sólido es una de las tecnologías más prometedoras para mejorar el rendimiento de los coches eléctricos. Un sistema más estable, al prescindir del electrolito líquido, además de disponer de mayor densidad energética, y mejor resistencia a las recargas ultra rápidas. Un póker de ases que hacen albergar grandes esperanzas. Pero para Toyota, esta tecnología está lejos de desembarcar a nivel comercial en aplicaciones como los coches.

El directivo japonés ha indicado que se necesitarán al menos 10 años antes de comenzar a ver alguna propuesta instalada en un vehículo. Algo que choca con las noticias de que a principios de 2020 comenzarán las instalaciones. Pero estas se limitarán a dar comienzo a un periodo de pruebas en vehículos. Unos test que para la marca asiática no se terminarán hasta el año 2030.

Según el Sr Abe, mercados como Europa o Japón continuarán ampliando sus compras de coches híbridos en los próximos años, como una forma de reducción de emisiones y una manera rápida de retirar de la carretera a las motorizaciones diésel. Desde Toyota esperan que las ventas de híbridos crezca hasta los 4 millones de unidades para 2030, mientras que los híbridos enchufables y coches eléctricos alcanzarán cientos de miles de unidades para esa fecha.

Entre los problemas para no lograr una mayor presencia de coches eléctricos, el directivo de Toyota indica que estos se enfrentan a varios problemas, como el coste, el tamaño, peso, su degradación con el paso de los ciclos de carga y descarga, y también la recarga.

En cuanto a la evolución de los precios, desde Toyota esperan que para 2025 el coste de las baterías caiga hasta la mitad respecto a los actuales. Algo difícil pero posible si se logra alcanzar un elevado volumen de ventas gracias a que los eléctricos se habrán convertido en una opción más apetecible para el consumidor.

Según el directivo de Toyota, para recorrer unos 400 kilómetros será necesario instalar una batería de al menos 40 o 50 kWh, dependiendo del tamaño del vehículo. Algo posible según el Sr Abe tomando como ejemplo el Prius. Si el coste del kWh bajase hasta unos 180 dólares el kWh, el coste sólo de la batería sería de unos 7.330 dólares. En el caso de que el precio de la batería fuese como en la actualidad, unos 280 dólares en kWh, entonces el coste sólo de la propia batería se situaría por encima de los 9.100 dólares. Algo que para el fabricante es demasiado elevado para lograr una producción en masa.

La conclusión es que Toyota comenzará su apuesta en el sector del coche eléctrico en 2020, pero lo hará con la tecnología actual y centrando sus esfuerzos en aquellos mercados donde puedan lograr un mayor volumen de ventas a corto plazo, como China. Por su parte avances como el electrolito sólido llegarán, peo tendrán que esperar a haber demostrado con creces su potencial, antes de convertirse en una alternativa de mercado.

Vía | Wards Auto

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