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California continúa apostando por las ayudas a la compra de coches eléctricos nuevos y usados a las rentas bajas

El coche eléctrico es una forma de movilidad que tiene muchos puntos fuertes, entre ellos la reducción de emisiones contaminantes, y también el menor coste operativo. Esta última una cualidad que choca con unos precios de compra que habitualmente son mucho más elevados que sus equivalentes con motor de combustión.

Esto tiene como consecuencia que aquellas economías que mayor partido pueden sacar a este tipo de vehículos, las rentas bajas, son los que más lejos están de poder salirse del círculo vicioso del coche convencional.

Para tratar de aliviar esta situación los gobiernos han puesto en marcha medidas como las ayudas públicas a la compra. Pero incluso con estas medidas el precio continúa siendo, salvo excepciones como el modelo de Noruega que combina ayudas directas, una alta fiscalidad a los diésel y gasolina, y una renta media bastante elevada. Pero por regla general incluso con ayudas la compra de un coche eléctrico está lejos del alcance de las rentas menos pudientes.

En California llevan tiempo trabajando en este aspecto, y desde el mes de junio han puesto en marcha una nueva fase de su programa para extender la movilidad eléctrica también en los barrios menos favorecidos. Tanto con la instalación de puntos de recarga con tarifas asequibles, así como la entrega de ayudas a la compra de coches eléctricos tanto nuevos, como usados.

De esa forma se han habilitado 5 millones de dólares para unas ayudas que pueden llegar a los 5.000 dólares. Una cifra que en el caso de los modelos nuevos puede sumarse a los 7.500 dólares que entrega el gobierno central. Algo que permite reducir de forma sustancial el coste de los vehículos.

De esa forma un modelo como el nuevo Nissan LEAF puede ser comprado en su versión más accesible por unos 17.400 dólares, o lograr un leasing por apenas 150 dólares mensuales.

Para los que incluso con esta fórmula la adquisición continúa estando lejos de su presupuesto, las ayudas también podrán aplicarse a los coches usados. Un formato que sin duda tiene un enorme potencial para permitir a las rentas bajas poder acceder a un coche eléctrico, y disfrutar del menor coste operativo, tanto en el consumo, como en unas reparaciones y mantenimientos que muchas veces consumen buena parte del presupuesto familiar.

Los límites de las bases ponen como máximo una edad de 8 años para el coche, y un kilometraje de hasta 120.000 kilómetros. No conocemos si hay algún límite en el precio, tanto hacia arriba, como para abajo, ni si hay un límite máximo según el coste.

De forma paralela California pondrá en marcha un programa de financiación asequible, que permitirá a los interesados poder acceder a préstamos en unas condiciones lo más competitivas posibles, teniendo en cuenta que los bancos suelen cargar cifras elevadas cuanto más bajas son las garantías de pago. Algo en lo que ayudará un programa que permitirá reducir los tipos de interés a la hora de comprar un coche eléctrico tanto nuevo, como usado.

Medidas que sin duda ayudarán a facilitar la compra de coches eléctricos entre las rentas más bajas, y que suponen un excelente experimento para saber si sólo con una reducción del precio este tipo de cliente está listo para dar el salto a las nuevas formas de movilidad.

Vía | ARB

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