El Toyota Camry es, junto con el Corolla, el modelo más exitoso de la marca japonesa en Estados Unidos y toda una institución dentro de la empresa. Curiosamente, este exitoso modelo nunca se vendió en Europa, donde su lugar fue ocupado primero por el Toyota Carina y después por el Toyota Avensis, que se ha mantenido a la venta hasta este mismo año.
Ahora, la marca ha decidido traer finalmente el Camry al viejo continente para sustituir a la tercera generación del Avensis. Si bien las berlinas generalistas del segmento D está de capa caída en Europa, lo cierto es que la motorización híbrida del Camry posiblemente le garantice a la marca unas buenas ventas para flotas, servicios de transporte como Uber o Cabify, empresas de taxis…
En un principio, sólo llegará al continente europeo la versión Hybrid del modelo, algo que por otro lado no sorprende a nadie teniendo en cuenta que la mayor parte de las ventas de la marca ya son de vehículos híbridos. Sobre el papel, el Camry Hybrid con especificaciones europeas no se diferenciará demasiado de la versión que se vende en Estados Unidos, pues incluso las opciones de pintura serán las mismas.
El nuevo Camry Hybrid medirá 4,88 metros de largo, por lo que se situará al mismo nivel que modelos como el Renault Talisman (4,85 metros) o el Opel Insignia (4,90 metros). Además, la marca ha anunciado que por debajo también ofrecerán la versión sedán del nuevo Corolla (anteriormente conocido como Auris), que contará con una gama formada por un motor gasolina y dos híbridos.
A nivel mecánico, el modelo mantendrá su motor gasolina de 2.5 litros y cuatro cilindros combinado con un motor eléctrico y una caja automática de tipo CVT. La potencia total será de 218 cv, mientras que el consumo homologado rondará los 4,2 litros/100 km (bajo el sistema de homologación europeo WLTP).
El Camry contará con un amplio equipamiento: pantalla táctil de 8 pulgadas, Head-Up Display de 10 pulgadas, cockpit digital de 7 pulgadas, faros full LED, asientos de cuero con regulación eléctrica y calefactados, techo eléctrico, sistema de carga inalámbrico para smartphones, navegador, detector de fatiga, sistema de aviso de colisión con detección de peatones, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril, sistema de frenada de emergencia, asistente de aparcamiento…
Con este movimiento y el regreso del Corolla, parece que Toyota está dispuesta a unificar su gama global y a seguir aumentando el éxito de su gama híbrida. Sin embargo, su apuesta por los eléctricos puros será más lenta: hasta 2020 no llegará el primer Toyota 100% eléctrico. ¿Será una versión EV del Prius? Probablemente salgamos de dudas el año que viene.
Fuente | Toyota
