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¿Estás pensando en comprarte un Chevrolet Volt o un Opel Ampera de segunda mano?. Recuerda que cada vez hay menos talleres homologados para las reparaciones en España

Hoy en día comprarse un Opel Ampera o un Chevrolet Volt de segunda mano es una de las mejores opciones a la hora de dar el salto a la movilidad eléctrica gracias a su excelente relación calidad/precio. Modelos que en su momento salían a estrenar por más de 40.000 euros, hoy en día es fácil encontrarlos con unos 100.000 kilómetros por unos 15.000 euros.

A cambio nos llevamos un coche a nivel técnico muy superior a los híbridos enchufables más modernos, con 10 kWh útiles de batería, 70 kilómetros de autonomía eléctrica, 150 CV de potencia eléctrica, y un potente extensor de autonomía gasolina que nos permite seguir moviéndonos sin problemas cuando se termina la carga.

Se trata de un coste muy ajustado para un coche que recordamos tiene una vida útil extremadamente larga, con unidades del Volt en Estados Unidos, su primer mercado, que han superado los 600.000 kilómetros, y sin apenas problemas ni pérdida de rendimiento. Pero eso no quiere decir que no haya que tener en cuenta la cuestión de los mantenimientos, y sobre todo las posibles reparaciones.

Son varios los usuarios que nos han contactado en los últimos días avisándonos de un factor bastante preocupante para los que ya tienen una unidad del eléctrico con extensor de autonomía. Y es que poco a poco General Motors, y Opel, que pertenece al grupo PSA, no están renovando los acuerdos con los concesionarios que llevan el mantenimiento y las reparaciones.

En el caso de Opel, acaba de cancelar el acuerdo con una de las concesiones que tenía en Madrid, Agromil, por lo que la comunidad se queda con sólo dos lugares a donde acudir, Diso Madrid, situado en, Alcobendas, y Seligrat de Automoción, en Leganés.

El principal problema es para el resto de comunidades donde sólo hay otras cinco concesiones operativas. Tecni Auto Julián, en Burgos, Romagosa Automóviles y Masternou, en Barcelona, Bétula Cars, en Santiago de Compostela, y Orvecame, en Tenerife.

Peor lo tienen aquellos que hayan optado por un más escaso Chevrolet Volt. En este caso las opciones se limitan a dos, Noyamotor, en Santiago de Compostela, y Sauter Vallés, en Terrasa.

Es por eso que si alguien está pensando en adquirir uno de estos modelos, debe tener en cuenta que los lugares donde atender aquellos problemas relacionados con el sistema eléctrico, y que requieran maquinaria y personal especializado, es cada vez más escaso. Con la cancelación de los acuerdos, cada vez hay menos lugares a los que acudir a solucionar alguno de los problemas que puedan aparecer. Lo que sin duda eleva cada vez más el riesgo de adquirir uno de estos modelos.

Por supuesto lo relacionado con la parte mecánica, puede realizarse en cualquier taller, ya que no distan de cualquier otro vehículo. Pero si hay que meter mano al sistema con alguno de los problemas más habituales, como el problema de carga, el líquido del circuito de refrigeración de la batería...entonces hay que acudir a la concesión, o buscarse la vida con los sistema OBD.

Pero lo más preocupante es que cada vez hay menos talleres habilitados para estas reparaciones, en un movimiento que parece atender a la reducción paulatina de la demanda de unos modelos muy interesantes, pero que para las marcas supone el tener que estar manteniendo piezas y material solo para ellos. Algo que no es rentable, sobre todo para una General Motors ya sin presencia en Europa, pero también para una Opel que ya no forma parte del grupo americano.

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Fuente | ForoEV

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