Normalmente en BMW los modelos suelen tener una vida útil de siete años antes de contar con una renovación de generación. Por medio reciben pequeños cambios y algún «restyling» antes de dar paso a una nueva versión. Pero el BMW i3 será una excepción y el fabricante alemán ha confirmado que mantendrá más allá de los 7 años su producción en marcha.
Durante su presencia en el Salón de Ginebra, Robert Irlinger, jefe de la división «i» de BMW, ha confirmado que el i3 continuará en producción unos años más, alargando su vida más allá de los comentados 7 años que suelen tener como límite.
Desde el fabricante se ha indicado que el diseño del i3 se mantiene fresco a pesar del paso del tiempo. Algo que tiene que ver con su moderna propuesta inicial muy parecida a la del prototipo. Pero el tiempo no pasa en vano tampoco para el i3, que en los últimos años ha visto como recibía algunas mejoras, como dos actualizaciones de su batería, la llegada de la versión «S» con más potencia, y un pequeño rediseño exterior.
Para intentar mantener competitivo su propuesta, desde BMW han confirmado que en los próximos años el i3 recibirá un par de cambios más. Según el Sr Irlinger: «Siempre hay espacio para lograr un mayor potencial, y siempre miramos hacia el mercado por si necesitamos algo, una pequeña o gran actualización. Pero hay mas por venir. Cuando estás hablando de la batería, la realidad es que estamos recibiendo una buena respuesta de los clientes respecto al nuevo pack de 42 kWh. Pero la cosa puede mejorar«.
Las posibilidades son varias. Desde una nueva actualización de la batería, con celdas de mayor densidad energética y una capacidad de unos 53 kWh, suficientes para elevar la autonomía hasta una cifra cercana a los 380 km WLTP. Una cifra que le colocaría a la altura de otras propuestas del mercado, y además con un menor consumo gracias a su reducido peso.
No sólo la batería es un apartado mejorable. También está la recarga, que ahora puede llegar como máximo a los 50 kW. Con un pack de más de 50 kWh, el i3 debería ser capaz de acceder a recargas de 100 kW sin mayores problemas. Además BMW necesitaría adentrarse en los sistema de ayuda a la conducción, evolucionando su control de crucero adaptativo.
Pero donde si tiene que trabajar BMW es en la cuestión del precio. Con propuestas como el Tesla Model 3 a punto de llegar al mercado con precios que partirán desde cerca de 40.000 euros en Europa para la versión Standard, no tiene mucho sentido un i3 que arranca en España desde 39.900 euros sin añadir absolutamente nada de equipamiento extra. Un precio claramente fuera de mercado.
Un i3 que tendrá que defender defender la bandera eléctrica de BMW al menos dos años más, hasta la llegada de la nueva generación de coches eléctricos de BMW a los que no se esperan hasta 2021.
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