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Ya está en marcha el plan MOVES de ayuda a la compra de coches eléctricos en España

Después de su aprobación a principios de marzo, ayer martes se ha activado el Plan MOVES 2019. El programa de ayudas a la compra de coches eléctricos en España. Un proyecto que llega para intentar ayudar a mejorar las cifras de ventas de coches impulsados por electricidad en España, y que después de un 2018 en blanco, quiere recuperar algo de terreno este ejercicio.

Como recordamos, para aquellos que hayan comprado el coche antes de la entrada en vigor del nuevo proyecto, el plan MOVES no cuenta con retroactividad, y de esa forma solo atenderá a operaciones realizadas a partir del 2 de abril. Para los que estén pensando en entregar un coche para el desguace,  recordar que desde la administración se exigirá que el vehículo tenga la ITV en vigor.

En total, el plan MOVES concederá ayudas de hasta 5.500 euros para los coches eléctricos puros, 2.600 euros en el caso los modelos híbridos enchufables, y entre 600 y 800 euros para motos eléctricas. Para acceder a estas cantidades el cliente que se compre un turismo tendrá que cumplir dos condiciones: achatarrar un coche de 10 o más años, 7 años para un vehículo industrial, y que el modelo que se va a adquirir sea eléctrico o un híbrido enchufable.

En el caso de los coches, se indica en la nota de prensa del IDAE que «Las ayudas para la compra de vehículos ligeros eléctricos se sitúan en torno a los 5.000 €uros.» Una forma poco clara de expresar algo tan importante. Además añaden un poco más abajo que: «En paralelo, se exigirá a fabricantes, importadores de vehículos o puntos de venta un descuento mínimo de mil euros en la factura, excepto para las compras de cuadriciclos y motos. Así, los potenciales beneficiarios de la ayuda estatal contarán con un incentivo adicional para apostar por la movilidad sostenible.» Esto nos indica que el cliente tendrá un descuento de «al menos» 6.000 euros.

En total el plan MOVES está dotado con un presupuesto de 45 millones de euros, y serán gestionados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IADE) en colaboración con las comunidades autónomas. Las ayudas serán cofinanciadas con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) dentro del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020 (POPE), en aquellos casos en que las actuaciones respondan a las contempladas como financiables en dicho programa.

Un presupuesto que se tendrá que repartir entre ayudas a la compra de coches, entre un 20% y un 50%, también a la infraestructura de recarga, entre un 30 y un 60%, así como otros apartados, como la puesta en marcha de sistemas de alquiler de bicicletas, y actuaciones en las empresas.

Para terminar, recordar que finalmente el precio del vehículo no podrá superar los 40.000 euros, o 45.000 euros si es para personas con discapacidad y movilidad reducida y para familias numerosas. Unas cuantías que no indican si son antes o después de impuestos, por lo que dada la cantidad, y las cifras de años anteriores, damos por supuesto que son ya con los impuestos incluidos.

Opinión

Estamos ante un proyecto que llega un año tarde, y además lo hace con un formato que es casi un galimatías para los que no estén al día. Un sistema que pretende subvencionar más vehículos de cero emisiones, por ejemplo eliminando a los turismos a gas, pero que añade elementos como el achatarramiento de un vehículo de forma obligatoria, lo que sin duda perjudica sobre todo a los conductores más jóvenes que nunca han tenido un coche, y a los que empujan a comprarse un diésel o gasolina. Una mala forma de incentivar las nuevas tecnologías entre las nuevas generaciones.

Ahora queda por ver cómo gestionan estas ayudas las autonomías, que a las puertas de unas elecciones generales pueden tener la tentación de retrasar su implantación y echar la culpa al gobierno. Otras simplemente ya han puesto en marcha sus propios programas, como el País Vasco, que por supuesto son incompatibles con las del gobierno central. No vaya a ser que se beneficie demasiado el consumidor.

La conclusión es que estamos de nuevo ante un programa que durará unos pocos días, o semanas, que supondrá un quebradero de cabeza para consumidores y concesionarios, y que apenas logrará poner en la carretera en el mejor de los casos entre 3.000 y 4.000 coches eléctricos. Esperemos que al menos sirva para aumentar algo la red de recarga, que necesita urgentemente un impulso.

Fuente | IDAE

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