Después de 13 años al frente del grupo Daimler, Dieter Zetsche ha confirmado su retirada como máximo responsable de uno de los principales conglomerados del automóvil del mundo, dejando su lugar a un nuevo director ejecutivo, Ola Kallenius. Un sueco que rompe una tradición de que sea un alemán el que dirija el destino de la compañía, y que además ha llegado con energías renovadas de cara a los nuevos retos a los que se enfrentan los fabricantes tradicionales.
En una de sus primeras comparecencias el nuevo CEO del grupo ha puesto sobre la mesa la necesidad descarbonizar por completo la gama de marcas como Mercedes en los próximos 20 años. Un programa bautizado con el nombre de Ambition2039, y que pretende no solo eliminar las emisiones contaminantes de la gama, sino además hacerlo logrando la rentabilidad. Algo que el propio Kallenius ha indicado que «no será fácil».
Para 2030, el objetivo de Daimler es que al menos el 50% de los coches que vendan sean eléctricos. Para ello echarán mano no sólo de los coches eléctricos a batería, sino de otros sistemas como los híbridos enchufables y los impulsados por una pila de combustible de hidrógeno.
Un proceso de descarbonización que ya ha comenzado. Como ejemplo la inversión en la denominada Fábrica 56, situada en la localidad de Sindelfingen, al sureste de Stuttgart, que será la encargada de producir el nuevo EQC así como el próximo Clase S, y que usará energías renovables para lograr ser neutral en emisiones de CO2 desde sus inicios. A esto añadir la apuesta por el reciclado de elementos como las baterías. Un reto que se extenderá también a los suministradores externos.
Para motivar todavía más a sus directivos, Ola Kallenius pondrá en marcha un nuevo sistema de bonificaciones por objetivos. Unos ingresos que estarán ligados también a la reducción de emisiones de CO2 en los próximos años, y que sin duda servirá de motivación extra a la hora de afrontar nuevos proyectos.
Ahora queda por saber cuales serán los objetivos del nuevo director ejecutivo de Daimler, que tendrá que presentar en las próximas semanas sus objetivos en cuanto a lanzamientos y plazos. Una gama eléctrica que de momento está limitada al Mercedes EQC, que todavía no ha comenzado sus entregas, y a los Smart forTwo y ForFour, pero que en los próximos dos o tres años tendrá que vivir un fuerte desarrollo para no sólo alcanzar el objetivo marcado en su momento por Dieter Zetsche, un 25% de coches eléctricos puros en 2025, sino incluso mejorar esa cifra.
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