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Panasonic, proveedor de baterías de Tesla, anuncia una caída en sus ganancias debida a su negocio automotriz

Panasonic, el productor de baterías japonés proveedor de Tesla, ha pronosticado una caída en sus ganancias anuales debido a los gastos de reestructuración y a los elevados costes derivados de su negocio automotriz. Así, la compañía nipona ha confirmado que sus ventas anuales y los ingresos netos caerán de forma notable para este año, una noticia que ha pillado por sorpresa al resto de la industria.

El mes pasado, Elon Musk afirmó que el ritmo de producción de Panasonic estaba limitando la producción del Tesla Model 3, mientras que ayer Kazuhiro Tsuga, máximo responsable de la compañía japonesa, afirmó que su objetivo para este año era el de aumentar la producción antes de considerar realizar mayores inversiones en la Gigafábrica 1 de Nevada, operada conjuntamente con Tesla.

«Las baterías se agotarán si Tesla comienza a vender el Model Y y expande su negocio el próximo año. ¿Qué haremos entonces? Es uno de los pocos temas a discutir con Tesla, incluida la producción de baterías en China». Recordemos que finalmente Panasonic sólo dará apoyo logístico y proporcionará un número limitado de celdas para la Gigafábrica 3 de Tesla en Shanghái, que será operada por completo por la firma americana y que también producirá baterías con celdas de otros proveedores.

Tesla y Panasonic han sido un dúo indisoluble desde el inicio de la fabricación de los primeros modelos de la marca californiana hace unos años. Sin embargo, parece claro que el fabricante japonés no puede satisfacer por sí sólo los ambiciosos objetivos de Tesla, que se verá obligada a recurrir a otros proveedores en el futuro si quiere asegurar la producción de nuevos modelos como el Model Y.

La situación de Panasonic es un fiel reflejo de la realidad que se vive actualmente en la industria de las baterías: debido a las cuantiosas y continuas inversiones para aumentar la limitada producción y crear nuevas químicas más avanzadas, lo cierto es que las divisiones encargadas de la fabricación de celdas de baterías no están dando los beneficios que cabría esperar a las empresas a las que pertenecen.

Con todo, lo más probable es que a lo largo de la década que viene la situación se normalice: según vayan creándose nuevas plantas de baterías, aumente la producción de coches eléctricos (y con ello las economías de escala y la reducción de costes) y se pongan a la venta baterías más capaces, estos complicados inicios deberían quedar atrás de forma paulatina.

Fuente | Panasonic

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