Ayer hablábamos sobre como la producción del litio estaba preparándose a nivel global para la demanda que supondrá el auge de los coches eléctricos en los próximos años. Este hecho ha conseguido calmar y despreocupar a los inversores que han depositado su confianza en el litio como futuro de la movilidad eléctrica, los mismos que al comienzo de la producción de los vehículos eléctricos aseguraban que iba a haber una escasez de litio debido a la necesidad de producir cada vez más packs de baterías.
La apertura de 6 nuevas minas de litio en Australia es el principal motivo por el que la confianza en el suministro de este mineral ha aumentado en los últimos días, material imprescindible para producir las celdas de iones de litio de las que están formadas las baterías de los vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables. Estas nuevas minas aseguran el suministro de litio para el futuro, pero como hablamos ayer, en la actualidad existe una acumulación de «stock» que puede satisfacer la demanda, por el momento, sin problemas, con el fin de prevenir problemas de suministro en los próximos años.
Hasta ahora, la producción del litio estaba basada en lugares muy concretos, obligando a muchos fabricantes de baterías y coches eléctricos a ser suministrados por las mismas compañías. Sin embargo, las minas de litio se están extendiendo, cada vez más, por los distintos países que cuentan con este mineral entre sus terrenos.
Pese a esto, un descenso en la economía global puede que exprima aún más la demanda de sistemas de almacenamiento energético como las baterías, y otros productos que utilicen celdas de iones de litio. Esto está causado por los mismos factores que han contribuido a un descenso del 30% en el precio de compra del litio.
Si el coste del litio continúa bajando, será una buena noticia para la producción de las baterías, ya que el precio medio de estas continuará en descenso y esto, debería notarse en el precio final de los vehículos eléctricos que estarán a la venta en el mercado en los próximos años, facilitando la implantación y el crecimiento de los coches eléctricos en los distintos países del mundo.
Otro factor a tener en cuenta que afecta al coste del litio, es el de su reciclaje, que recupera este material de las celdas que ya han cumplido con su vida útil en otros vehículos eléctricos, pero también en dispositivos como smartphones y ordenadores portátiles.
Si el coste de la producción del litio y las baterías de los coches eléctricos continúa reduciéndose, los vehículos eléctricos e híbridos pasarán a costar menos a la hora de llegar al mercado. Esto supondrá un crecimiento en las ventas de este tipo de coches, y asegurará la confianza de los inversores y los fabricantes.
Fuente | Bloomberg
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