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¿Por qué es mejor un coche eléctrico para hacer trayectos cortos?

Hoy en día aún existe la tradición de comprar coches de combustión interna, pese a la oferta que hay disponible en la actualidad de coches eléctricos, híbridos e híbridos enchufables de distintas marcas que tienen presencia en nuestro país y en el resto de Europa. Algo que no conocen todos los propietarios de un coche de combustión, es que este tipo de vehículo no es amigo de los trayectos cortos, a diferencia de los coches eléctricos, que es en estos recorridos cortos donde brillan.

A las ventajas ya conocidas del motor eléctrico, su sencillez mecánica, cero emisiones y una alta eficiencia energética, hay que añadir la comodidad con la que se mueve un coche eléctrico en trayectos cortos por ciudad, donde un motor de combustión sufre por lo general de altos consumos y carece del tiempo necesario para calentar su circuito de refrigeración o componentes como el catalizador y el filtro de partículas, en caso de disponer de uno.

Cuando se arranca un coche de combustión en frío, comienza una fase de calentamiento de todos sus componentes. Los metales que están en contacto directo con la combustión, como los cilindros, alcanzan relativamente rápido una temperatura de entre 200 y 700ºC. Durante esta fase de calentamiento, el aceite, además de no encontrarse a su viscosidad y temperatura óptimas, tiene que distribuirse por todo el motor, ya que antes de arrancar el motor, se encuentra depositado en su mayor parte en el cárter.

Otro punto negativo de los motores térmicos es que mientras no se alcance la temperatura óptima de funcionamiento, componentes como los catalizadores y filtros de partículas, no realizan su función de forma completa, reduciendo la eficiencia en la eliminación de las partículas más nocivas por este motivo.

Además de contaminación, también aumenta el consumo de combustible, especialmente en trayectos en ciudad debido a las continuas paradas que se producen entre semáforos y pasos de peatones. Estas continuas frenadas, en un coche eléctrico, suponen la regeneración de parte de la energía perdida en cada parada y traduciéndose esto en más autonomía para la batería. De esta forma, un coche eléctrico puede circular por ciudad sin consumir prácticamente energía, si se mantiene una conducción eficiente y vigilando las aceleraciones.

Por estas razones, se suele decir que un motor de combustión alcanza su máxima eficiencia cuando funciona a su temperatura óptima de servicio, y por lo general, consumirán menos combustible a velocidades de autopista, al contrario que la mayoría de los coches eléctricos.

¿Te parece ventajoso un coche eléctrico para realizar trayectos cortos?

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