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General Motors se hace con una ayuda económica del gobierno de los Estados Unidos para desarrollar baterías de estado sólido

Para una marca de coches eléctricos, una buena forma de desarrollar nuevos productos y soluciones es la de captar inversores que aporten nuevo capital a la marca para poder realizar estas acciones. Sin embargo, esto no es siempre posible, y los gobiernos a veces tienen que inyectar cantidades económicas para fortalecer políticas medioambientales, o simplemente para asegurar el futuro de una marca en concreto.

En el caso de General Motors, ha conseguido una ayuda económica del gobierno de los Estados Unidos por valor de 2 millones de dólares (1,80 millones de euros) para producir baterías de estado sólido para sus futuros coches eléctricos.

Esta cantidad económica forma parte de una ayuda aún más grande que también se dedicará a desarrollar motorizaciones más eficientes, entre ellas, un motor de bajo peso y más eficiente para reemplazar el V8 de 6.2 litros de sus pickups.

Las baterías de estado sólido remplazan los disolventes inflamables como, por ejemplo, el carbonato de etileno como un electrolito de las baterías convencionales de litio. Se sustituye con un sólido, en este caso, un electrolito cerámico que no es inflamable. Esto permite a los ingenieros aprovechar mejor el espacio en los átomos de litio de la batería, para permitir una mayor densidad energética, incrementando la volatilidad. De esta forma, se consigue un peso más ligero y baterías con mayor autonomía eléctrica.

El desarrollo de las baterías de estado sólido no ha terminado de despegar debido a sus altos costes de investigación, desarrollo y posterior implantación en los vehículos eléctricos. Aunque lo cierto es que ya existen fabricantes, además de General Motors, que están trabajando en esta prometedora nueva tecnología, como Volkswagen, Toyota, Honda, Nissan y Fisker.

General Motors, de hecho, está trabajando de forma conjunta, a través de una joint venture, con Honda para desarrollar futuros vehículos eléctricos y tecnología de pila de combustible, incluyendo baterías.

Sin embargo, no todos los fabricantes de automóviles ven en las baterías de estado sólido el futuro. Panasonic, compañía de baterías que colabora con Tesla en la producción de sus baterías, cree que las baterías de estado solido no serán viables comercialmente hasta dentro de por lo menos 10 años. Tesla, de hecho, adquirió la compañía Maxwell, una experta en supercondensadores, una tecnología que según Elon Musk es más prometedora que las baterías de estado sólido.

Fuente | Green Car Reports

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