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Bosch presenta un semiconductor de carburo de silicio que permitirá mejorar la autonomía de los actuales coches eléctricos

Mientras que algunos buscan la batería milagrosa que nos permita alcanzar grandes autonomías, otras empresas trabajan en mejorar los actuales sistemas para ofrecer una alternativa a corto plazo. En este caso el nombre del desarrollador es de sobra conocido y respetado, Bosch, y el objetivo es aumentar las autonomías añadiendo nuevos materiales.

Este lunes el fabricante alemán ha presentado un nuevo semiconductor de carburo de silicio (SiC). Un chip en forma circular que ayuda a conducir los impulsos eléctricos encargados de alimentar todos los componentes electrónicos de un automóvil, desde sensores de limpiaparabrisas y funciones de control de crucero, hasta sistemas de conducción autónomos y autopilotados, así como trabajar dentro de los sistemas de los coches eléctricos.

Según Bosch, este sistema permite ahorrar más energía que los chips de silicio tradicionales. Un coche eléctrico medio está lleno de semiconductores con aproximadamente 50 solo en el tren motriz y batería. Un conjunto que gracias al avance de Bosch permitirá a los fabricantes poder desarrollar sistemas más eficientes gracias a la menor pérdida de energía en forma de calor generada para alimentar la electrónica.

Las primeras estimaciones de los alemanes es que este nuevo formato permitirá reducir un 50% el consumo del conjunto de semiconductores, lo que en la práctica asegura aumentará un 6% la autonomía de un coche eléctrico medio. Además añaden otros beneficios, como su menor tamaño, que facilitará el desarrollo de baterías más compactas y ligeras, sin que ello suponga una pérdida de autonomía para el vehículo.

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Esto quiere decir que un modelo como el nuevo Renault ZOE, con sus 390 km WLTP, lograría sin grandes modificaciones en su sistema aumentar el alcance hasta los 413 kilómetros. Una diferencia notable sin cambios drásticos en su configuración.

Algunos expertos indican que los avances son muy interesantes, pero habrá que ver el comportamiento de un sistema formado por carburo de silicio, que se caracteriza por su fragilidad. Una tecnología cuyo uso en la automoción es muy reciente, y que hasta ahora se había usado principalmente en la producción de bombillas LED.

Una alternativa que podrá ofrecer una interesante solución en los vehículos, pero que también tiene potencial para mejorar las prestaciones en los puntos de recarga rápidos, que pueden beneficiarse de un sistema que acercará la posibilidad de recargar un coche eléctrico en el tiempo que nos lleva repostar un modelo a gasolina.

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Fuente | Bosch

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