Como suele ser habitual California ha lanzado una nueva ley que se posiciona como la vanguardia dentro de la lucha contra las emisiones contaminantes. Un estado muy castigado por la contaminación del tráfico que desde hace décadas lucha por su reducción. Ahora el gobierno ha aprobado una normativa pionera que replica la famosa ley del aire imponiendo cuotas futuras de camiones eléctricos a los fabricantes.
La normativa ha sido presentada por la California Air Resources Board, que ha puesto sobre la mesa datos demoledores del impacto en la salud que supone el transporte de mercancías mediante camiones diésel, que podría permitir lograr una reducción de los costes relacionados con la salud pública que han estimado llegará a los 11.000 millones de dólares.
Para lograrlo, California obligará a los fabricantes a lograr unas cuotas anuales obligatorias de ventas de camiones eléctricos, que será del 4% para el periodo 2024 a 2030. La regla también solicita grandes flotas e instalaciones a proporcionar información a las autoridades sobre las operaciones de sus camiones para diseñar una futura «regla de flota» que garantice la compra y el uso de camiones eléctricos.
Esta norma es la primera que se aplica en el mundo, y a pesar de no ser demasiado ambiciosa, los expertos coinciden en que su efecto simbólico podría servir para concienciar a los fabricantes de la necesidad de dar el salto a los sistemas eléctricos.
Entre los beneficios está un menor coste operativo para los operadores, que desde los responsables de la iniciativa estiman puede llegar a un mínimo del 25% respecto a un modelo diésel similar. Esto sumado a la evolución de la tecnología de las baterías hará que cada vez sea más fácil y barato desarrollar un modelo eléctrico, pero a pesar de todo desde la agencia indican necesitará un empujón desde el sector público para convencer a las marcas.
Pero la mayor motivación es el enorme impacto ambiental y en la salud pública de la gente. En California, los camiones son la mayor fuente de NOx (Óxidos de nitrógeno) y de su tubo de escape salen más de 40 partículas cancerígenas conocidas que provocan aproximadamente el 70% de las emisiones potencialmente cancerígenas en California.
Una medida que para algunos grupos es pionera, pero muy poco ambiciosa. El 4% de ventas es una cifra casi insignificante que apenas tendrá efecto sobre las emisiones, y estiman que la cifra para el periodo 2024-2030 tendría que ser al menos del 15%. A esto se suma que algunos modelos estarán exentos de cumplir la norma hasta 2027, como por ejemplo los modelos medios que más cerca suelen operar de las zonas urbanas y que tienen un efecto más directo en las emisiones directas.
Ahora esta norma tendrá que enfrentarse al periodo de alegaciones, donde los grupos ambientalistas esperan poder presionar para hacer más ambicioso este interesante proyecto que puede marcar un punto para que otros estados o países le den continuidad.
Fuente | CARB
