En los últimos años estamos viviendo una verdadera invasión de los SUV. Modelos con una larga tradición en mercados como Estados Unidos, pero que tardaron en expandir su influencia a una Europa que ahora los ha adoptado con intensidad. Pero esta tendencia tiene consecuencias negativas como un aumento del consumo, de las emisiones en las versiones con motor de combustión, lo que ha comenzado a elevar con cada vez mayor tono las críticas hacia esta configuración.
Algunas voces indican que podríamos estar ante el principio del fin de las enormes cifras de ventas de SUV. Según Volkswagen, propuestas como el nuevo ID. Space Vizzion permitirán ofrecer alternativas amplias, familiares, pero con un diseño más aerodinámico y con un menor consumo energético.
Según Scott Keogh, jefe de Volkswagen en Norteamérica, estamos a las puertas de una auténtica rebelión contra los SUV. Un movimiento que indica es similar al vivido en su momento cuando la gente dejó de comprar monovolúmenes para lanzarse «a la locura de los todocaminos«.
Esta visión es compartida por la dirección de una Volkswagen que prepara una oferta donde además de SUV, los clientes tendrán a su disposición una gama en la que encontraremos el propio ID Space Vizzion, así como el ID. Buzz. Una furgoneta que recupera el espíritu del monovolumen, pero con un diseño más cercano a las propuestas de los años 60, que llegará al mercado en 2022.
Una de las ventajas para Volkswagen es que el uso de la plataforma MEB permite adaptar de forma rápida la oferta a la demanda. Si crece la demanda de berlinas dinámicas como el Space Vizzion, pueden aumentar su producción. Incluso pueden llegar a ofrecer alternativas algo más camperas de este mismo modelo sin apenas esfuerzo e inversión.
Opinión
Unas declaraciones por parte del responsable de Volkswagen que chocan con las decisiones de algunas marcas de introducirse al mercado del coche eléctrico precisamente de la mano de unos SUV, y que podrían ver como en los próximos años la demanda se congela e incluso podría bajar. Principalmente si a gigantes como el grupo alemán le interesa que la situación de un giro para llevarlo a su terreno y dar un golpe a sus competidores que no están tan preparados para estos bruscos cambios en las preferencias de los clientes debido al uso extendido de plataformas no modulares ni dedicadas.
Y es que está claro que un SUV eléctrico no contamina, pero también es cierto que su nivel de eficiencia es menor, y cuando hablamos del cliente de un coche eléctrico la palabra eficiencia se convierte en una prioridad. Algo que podría suponer que a corto plazo si podamos ver una verdadera rebelión contra los SUV, incluso frente aquellos impulsados por un sistema eléctrico.
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Vía | Cnet
