La semana pasada adelantábamos en primicia la llegada de Elon Musk a Alemania, para presumiblemente anunciar la selección del país como emplazamiento para su nueva fábrica. Una noticia que al día siguiente se confirmó de boca precisamente del propio Musk que desveló también el emplazamiento de la misma.
Esta se situará en un lugar estratégico, la localidad de Grünheide, dentro del parque industrial GVZ Berlin-Ost Freienbrink, cerca del nuevo aeropuerto de Berlín. Una instalación donde además la compañía Norteamericana también construirá un centro de diseño e ingeniería.
Ahora la prensa alemana está publicando nuevos datos de esta nueva Gigafábrica, que según los planes está previsto inicie su construcción a principios de 2020, aunque su construcción no seguirá la velocidad de la planta de China y no comenzará sus operaciones hasta finales de 2021, momento en el que esta instalación se encargará de la producción del Model Y, además de contar con instalaciones para producir baterías y sistemas de propulsión.
La construcción como suele ser habitual seguirá varias fases. En una primera se pondrán en marcha hasta 3.000 puestos de trabajo directos, que llegarán hasta 8.000 puestos una vez terminada la instalación. Una planta que necesitará una inversión de unos 4.000 millones de euros, y que según el gobierno de Brandenburgo, Tesla podrá reducir en unos 300 millones de euros procedentes de ayudas de Europa.
Una fábrica que necesitará el talado de una importante superficie arbolada, que el fabricante se ha adelantado a las polémicas anunciando que repoblarán el triple de lo que sea necesario retirar, y que supondrá un importante hito para una Tesla que en apenas dos años contará con tres fábricas capaces de alimentar la demanda de cada mercado de una forma mucho más rápida y segura que la actual, elevando además la rentabilidad por unidad vendida. Algo que hemos podido ver hace unos días en China.
Además esta estrategia blinda a Tesla ante posibles futuras guerras comerciales o inestabilidad política, al mismo tiempo que añade más tensión a la tesorería del fabricante norteamericano que continúa con su carrera expansionista que no parece tener final, pero que de momento parece que cumple con las expectativas de unos mercados que han reaccionado de forma positiva a la noticia, elevando todavía más el valor de las acciones que el viernes cerraban con un máximo anual.
